Capítulo 1 | Fuego

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Había acomulado la suficiente valentía para pelear contra dragones, hechizeras, fuertes y preparados pueblos guerreros, pero no la suficiente para expresar todo lo que sentía por el.

A penas había terminado de decir su nombre cuando pude darme cuenta de lo tonto que me veía a su lado, le revelé una delicada sonrisa, que en seguida fue correspondida y volví a miras sus hermosos ojos.

— Principe Lee, ¿no cree que es un poco tarde para estar paseando por aquí? Ayer encontraron a varias personas del clan Qiang dando vueltas por estos lares. Conozco su relación con la emperatriz y temería a que sufriera si le pasa algo.

— A penas está callendo la noche, me gusta caminar a estas horas para suavizar mis pensamientos.

— Ah... — Dijo como si no lograra entender mis palabras y volvió la mirada hacia el oscuro bosque por un instante.

No quería irme era cierto, pero quedarme allí sin decir nada ya que con el tiempo se volvía demasiado incomodo ¿pues qué hacía el allí? ¿Quizás esperando a alguien? ¿Estaba allí por mi?

— Joven príncipe — despertó mis pensamientos — ¿por qué no mejor me acompaña por madera al otro lado? Ya que nos hemos encontrado aquí, ahora... Podríamos conocernos un poco mejor mientras usted libera un poco de carga.

Su sonrisa, su sonrisa era tan hermosa, tan delicada, me sentía como en un sueño, quizás incluso me estaba volviendo loco. La luz de la luna caía calidamente sobre nosotros y las luciérnagas iluminaban el bosque como si de un mar se tratase.

Asentí con la cabeza y me dispuse a seguirlo, caminábamos lentamente a traves de los arboles mientras notaba que el me miraba en ocasiones de reojo y sonreía, podría asegurar que le daba risa mi torpeza para mantenerme sereno, ya que constantemente desviaba la mirada y apretaba mi espada con fuerza, quería salir corriendo y la vez quería traerlo hacia mí y tenerlo.

Al llegar al otro lado, lo ayudé a juntar madera en una manta ligeramente estrecha para después ofrecerme a llevarla hasta su casa más sin embargo, el decidió entonces llevar una carga más para el.

— Siéntese un momento aquí, regresaré rápido — pronunció antes de salir corriendo por la puerta trasera de aquella cabaña en la que vivía.

Era cálida, pequeña y ordenada. La cocina, estaba justo al frente y en comparación con este lugar, era un desastre. Me levanté de mi asiento y caminé directamente hacia un árbol del que sobresalían rayos de luz aquel, brillaba de una forma hermosa y en el, habían depositados delicados y diminutos huevos.

— Son huevos de mariposa guardiana. — Se acercó directamente a mi y miró con nostalgia aquel árbol — Aquella mariposa normalmente pone diminutos huevos en pequeños árboles durante toda la temporada de invierno y muere cuando finalmente estos logran abrirse. Su color es peculiarmente hermoso, un tono totalmente blanco, a veces transparente, como la ceda de un vestido de novia. Aquella, la dueña de estos huevos... Inesperadamente murió antes de verlos nacer, así que son cuidados por las hadas del bosque.

Guardé silencio intentando entender sus palabras hasta que noté la mirada de aquel chico sobre mi y en un intento tonto de denotar seguridad y autoridad voltee a mirarlo de la misma forma.

Me ponía nervioso, ansioso, me volvía loco. Sus ojos brillaban como nunca otros y eso me hacía quedar rendido ante el.

— Príncipe...

— Si...

— ¿usted no está cansado? — desvío la mirada para tomar unas cosas en quella mesa y caminó hacia su cocina.

— ¿por qué lo mencionas?

— Sin destacar que ya pasa de media noche y usted sigue como si nada. Su apariencia denota un buen cuidado pero... Siempre parece ocupado. Yendo de aquí a su castillo, paseando por la noche, cuidando de la emperatriz.

— Uno se acostumbra a estar constantemente ocupado y sin descanso, cuando Tian tuvo su primer enfrentamiento con Qiang, yo acompañé en la batalla, la cual duró varios días, sin un solo descanso, sin comida ni agua, pero una cosa...

— ¿Qué cosa...? — dijo totalmente curioso

— Valentía por proteger las personas que ama.

— Bueno joven guerrero, príncipe de Xian... — Hizo una pausa y sonrió.

Incluso podía jurar que diría algo más.

— ¿Por qué no descansa por el día de hoy? Únicamente por hoy solo ¿no debería solo pensar en usted? — se acercó a mí y me miró en triangulo — quizás pensará que es una acción demasiado egoísta, pero hasta el más hábil guerrero se cansa. En ocasiones no está mal ser un poco arrogante.

¿Cuánto tiempo más podríamos pasar así? Yo, intentando fingir ser valiente, reprimiendo lo que aquel joven me hacía sentir en cada instante o el, provocandome cada vez más.

— ¿sería un poco descortés si no le ofreciera quedarse en mi casa o quizás un poco atrevido si lo hago? No ha de estar acostumbrado a dormir en lugares así — dio un paso atrás y sonrió disimuladamente.

— Está bien Joven Kim, ya es noche y debo de a tender unos asuntos en el castillo. Que descanse. — me di la vuelta para salir de allí hasta que escuché nuevamente su voz.

— Que tenga buenos sueños príncipe Lee. Por favor encuentreme de nuevo allí.

Al darme la vuelta el ya no estaba, descorsentando salí de aquella pequeña casa y caminé por el bosque pensando en... El. Si quizás en mis sueños pudiera verlo a diario, estar solo para el, respirar por su existencia, sin duda dormiría por siempre. Si tan solo pudiera asegurarme de que su sonrisa fuera eterna y su felicidad nunca se desvanezca, si tan solo pudiera estar con él, no tener que irme nunca, no dejarlo solo.

— Príncipe Lee, lo estábamos buscando.

— ¿sucedió algo?

— Estábamos preocupados de que pudiera pasarle algo, la princesa lo está esperando. Ha estado muy preocupada.

Pero claro... Ya tenía una misión en esta vida, si mi destino era morir algún día, asegurarme de que ella esté bien era suficiente. Ella podía cuidarlo por mí y el podría hacer como si yo nunca hubiera existido. Solo debería poder mantenerme en la línea, no volverlo a ver más, no acercarme a él, no provocar nuestras miradas y así asegurarme de que nunca sufra por mi culpa.

— Deja esto aquí...

— Princesa... Emperatriz ¿no entiendo a que se refiere?

— La gente del pueblo no tiene poderes, no pueden protejerse a ellos mismos, yo si puedo hacerlo y puedo asegurarme de que ellos están bien sin la ayuda de tu clan.

— ¿Hice algo mal? ¿Por qué la repentina charla sobre esto?

— Solo deberías ver por tu felicidad. Yo puedo sola, lo juro.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2022 ⏰

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