Alex se dirige a la cena familiar de todos los años ¿Qué podría salir mal? Todo... absolutamente todo.
Por error e impulso el tal vez haya dicho una pequeñita broma no tan heterosexual como respuesta a un comentario homofóbico que le hizo su familia...
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Para mi chico, mi patito
— Vamos, nos están esperando — Digo frente a las puertas del comedor, donde toda la familia está ya en la mesa, pero él me jala del brazo — ¿Qué haces? — Le pregunto.
— Tengo algo para ti — Me responde, y me da una caja roja pequeña con un moño dorado.
— Ay, por Dios, ya pasó navidad, señor correcto.
— Seguimos en diciembre, eso es lo que importa, vamos.
— ¿Para tu chico? — Le cuestiono, viendo el destinatario en la etiqueta de regalo.
Para mi chico, mi patito.
— ¿Lo conozco? — Menciono con ironía.
— Mmm... No lo sé — Me contesta — Tal vez si me lo describes, te puedo decir si lo conoces o no.
— Bueno... ¿Tiene cabello café claro?
— Nope, mi chico tiene cabello castaño claro — Me corrige.
Oh, vamos ¿Cuál es la diferencia?
Él empieza a recargar su mentón sobre mi cabeza frente al espejo, y cuando termina, yo volteo a ver al espejo y me encuentro con la sorpresa que él tiene su mirada sobre mí.
— ¿Tu chico tiene piel clara? — Le vuelvo a preguntar.
— Con un subtono amarillo, que no se te olvide eso, patito — Me dice, mientras nuestras miradas se encuentran en el reflejo del espejo. Él sonríe.
Él me muestra esa maldita sonrisa, ¡Esa maldita sonrisa! Si sigue sonriendo, me va a dar un puto paro cardíaco, y todo por culpa de su maldita sonrisa ¿Podrías dejar de sonreír por un puto momento? Gracias.
— ¿Tiene ojos café?
— Realmente son color miel, y a la luz del sol se ven ámbar.
Yo sonrío ahora, es un puto cursi y observador de mierda.
— ¿Tiene algún que otro grano?
— Realmente son pecas, ya que sólo le salen granos si come mucho chocolate. Y a él le empalaga el chocolate, así que nunca come mucho. Básicamente, él nunca tiene granos. Sus "granos" son pecas, y son pocas, pero son tan lindas... Puedo pasar horas viéndolas, y lo mejor es que él siempre está tan metido en su propio mundo que nunca se da cuenta, siempre leyendo o diciendo groserías.
Mi corazón no puede con tanto, hace años no me sentía así con nadie, y realmente creo que es la primera vez que me siento de esta forma con alguien.
Y es con un idiota, wow, caí muy bajo.
Pero con él, sí, con ese idiota, es la primera vez que me siento seguro, completamente a salvo, me siento amado, en casa, una tarde nevando en navidad mientras tomas un chocolate caliente y ves las tres películas de "Un intercambio de princesas". Él se siente así, tan cómodo como eso, como si quisiera que este momento no acabara nunca, no quiero que él se vaya nunca de mi lado. Él... él, él, él, él, él... que mal me tiene, y que idiota me tiene, idiotas estamos los dos, pero se entiende.
