Rivales Enamorados... (Jelsa)

La Perla

Aclaraciones antes de empezar el capítulo, dude mucho del beso pero ya llevaban 6 capítulos llenos de odio y desahogo, mejor que se besen.
Y no era precisamente un beso con amor, no lo confundan uwu
Lo importante, la promesa de la perla es una de las promesas más importantes que se hicieron Elsa y Jack en su infancia, y desde que lo recordaron la han tenido presente, en este capítulo se mencionará bastante tal promesa.

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El beso que aún los unía cada vez se intensificaba más, el deseo que los reprimia salía a la luz, pero no perduraria. La platinada tomó consiencia de lo que estaba pasando y rápidamente empujó a Jack haciendo que este tropezara con la mesa causando un gran estruendo, este también volvió a sus casillas.

¿Cómo era posible? Ambos cedieron a sus impulsos e hicieron algo que no debía pasar, si bien no era lo más grave que podía pasar, no debían, son enemigos, se odian, son rivales, ¿Qué fue lo que detonó ese impulso?

El encargado de la biblioteca nuevamente apareció reprochandolos por tal estruendo, lo cual hizo que los sacara de sus pensamientos, era mejor así, no sería bueno que pensaran tanto en un error.

- ¡Elsa! ¿Dónde estas? — una voz conocida se acercaba.

Eugene encontró a Elsa y a Jack en el área de estudio, ambos se veían exaltados y nerviosos y la posición en que estaban apoyados en diferentes mesas sugerían que habían batallado, el primo de la platinada se acercó molesto — ¿Este idiota te hizo algo? ¡¿Lo hizo?! ¡Dime y lo muelo a golpes!

- Eugene, calmate... No pasó nada...

Jack la miró desafiante — ¿no pasó nada? ¿Como podía decir eso cuando acabábamos de besarnos? — pensó por una parte con celos el platinado, pero por otro lado... — De todas formas es mejor así... Tampoco es como que debiéramos estarlo diciendo a los vientos libremente... Supongo que será nuestro secreto...
Un secreto...
Que podría poner a mi favor — pensó de forma maliciosa y vengativa.

La hora del castigo ya había terminado, Jack tomó sus cosas y se disponía a marcharse, pasó golpeando a Eugene con su hombro, giro su cabeza y a Elsa le guiño un ojo.

Idiota... — pensó ella y se ruborizo, su primo la miró de forma sería.

- ¿Qué fue lo que pasó aquí?

- No pasó nada... Ya vámonos... — la platinada tomó sus pertenencias y se dirigía hacia la salida, Eugene tomó su brazo y la detuvo.

- Si pasó algo, lo que sea, prometeme que me lo dirás...

La platinada no respondió en seguida... — Lo sabe...
- Claro... Te lo diré...

Ambos salieron de la biblioteca y se reunieron con el grupo en uno de los pasillos.

- ¡Ey! Chica mala, ¿Qué tal el castigo? — preguntó con una sonrisa la pelinaranja.

- Callate Mérida... — respondió la platinada con una sonrisa.

- Wow, ¿te volviste rebelde? ¿Ahora nos trataras mal? ¿Qué pasó con nuestra pequeña Elsa? — dijo el de rizos fingiendo indignación.

- Maui, comportate, ¿No ves que ahora la estamos humillando por volverse rebelde? — dijo Eugene también molestando a Elsa.

- Son unos tontos jaja — respondió Elsa en una risa.

- Els, ¿Qué tienes en la boca? — preguntó el de cabello azulado acercándose.

- ¿Qué? ¿Qué tengo?

- Es cierto, está rojo — respondió Mérida acercándose a la platinada, la miró con una expresión seria — Vamos al baño.