Capitulo 2

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*Nanon*

Mis manos no dejaron de temblar incluso después de haber llegado a la planta baja y de haber salido del edificio, tenía los brazos cruzados sobre mi pecho, abrazándome a mi mismo como si tuviera frio, pero la verdad era que las manos me temblaban tanto que no había podido abrochar ninguno de los botones de mi camisa y estaba procurando que no se notara que andaba por la calle con la maldita camisa abierta cuando ya estábamos casi entrando al invierno.
-Hey, que le sucedió a tu camisa?-Me preguntó Win apenas me vió llegar al centro comercial donde mi turno estaba por empezar
Win era prácticamente la única persona que me había ayudado desde el principio en esa ciudad, él era algo asi como el padrino autoproclamado de mi pequeñito, y era quien me había conseguido ese trabajo donde eramos compañeros. El trabajo en el centro comercial no era demasiado pesado cuando no teniamos que realizar el inventario, y la paga era realmente buena.
-Tuve una pelea con un ascensor, pero yo gané-Sonreí, él negó con la cabeza y se rio conmigo mientras sacaba de su casillero una camisa suya para prestarme, lo cual verdaderamente agradecí, puesto que al estar en atención al cliente, en una tienda como esa, no podía darme el lujo de lucir mal
-Como te fue en la entrevista?-Preguntó con una ceja alzada mientras me veía cambiarme, él me conocía lo suficiente como para saber que no me había ido para nada bien, su tono de voz y gesto ya me lo decían, bufé
-Un asco, el maldito dueño quería acostarse conmigo para decidir si me daba o no el rabajo-Gruñí mientras arrugaba la camisa que tenia antes y la tiraba a mi casillero
-Y…estaba bueno?-Preguntó despues de un breve silencio, yo me giré sobre mis pies para mirarlo con la boca abierta
-Si viste como llegué, verdad?
-Como zombie?
-Como zo…! Win! No pude abotonar mi estúpida camisa por que estaba temblando!
-Oh, pero mira que eres exagerado…Acaso ese hombre trató de obligarte?-Negué con la cabeza-Te lo propuso, no aceptaste, fin. No tienes por que hacer un gran drama por ello y sobre reaccionar…aunque si estaba bueno, yo hubiera aceptado-Se rió y yo desvié la mirada sin acompañarlo en su risa, lo que rápidamente encendió su alerta-Por que no aceptaste verdad?!-Abrió sus ojos desorbitadamente
-No! Por supuesto que no! Pero…puede que si haya sobre reaccionado…
-Que hiciste?
-Le di una patada en los huevos…-Win parpadeó repetidamente y abrió la boca sorprendido-Estaba demasiado cerca y yo no sabía como reaccionar!-Me defendí-Él quería besarme, podía sentirlo sobre mi y me desesperé…
-Nanon…-Murmuró, y yo no era capaz de mirarlo a los ojos por mucho tiempo-Definitivamente estaba bueno-Se burló y yo gruñí-Algun dia tendras que deshacerte de tu gay panic
-Cállate.
-Nanon, ese hombre probablemente solo estaba probándote, pero te gustó, y te asustó que te gustó…de nuevo…
Y yo no podía decir nada contra eso, porque él me conocía muy bien y había vivido en carne propia lo que él llamaba mi gay-panic.
Nos habíamos conocido la primera noche que llegué a la ciudad, yo buscaba un departamento en el mismo edificio donde él vivía y de alguna manera, terminó afreciendome ser su roomie despues de que mi hijo se hubiera ganado su corazón en pocos segundos, le recordaba demasiado a su sobrino que había ido a Estados unidos con su padre luego del fallecimiento de su madre, quien era la hermana de Win.
Acepté el ofrecimiento, al menos hasta que encontrara otro lugar para vivir, pues no confiaba del todo en ese extraño, pero resultó ser que Win era una buena persona, y yo solo no podría pagar una renta completa, por lo que terminé quedándome con él durante un año completo.
Un año en el que de alguna manera, quizás por necesidad o por simple curiosidad, empecé a sentir algo por él, sin embargo, a pesar de que yo mismo me había acercado más a él para descubrir lo que sentía, terminé dándole una patada en los huevos y huyendo de la habitación cuando él trató de llevar las cosas un poco más lejos de lo que yo estaba preparado.
Aún despues de eso, Win se había ofrecido a ayudarme, y habia logrado hasta masturbarme e incluso hacerme un oral sin que le volviera a patear, sin embargo, ambos decidimos que no queríamos perder una amistad por un simple experimento, por lo que lo habíamos dejado ahí desde entonces, y pronto mi pequeño y yo nos mudamos a un departamento que quedaba más cerca de la guardería y de la niñera.
Al terminar el turno de ese día, Win me acompañó hasta la guardería, y como siempre que él estaba presente, mi hijo me ignoró olímpicamente para correr y saltar a los brazos del castaño desteñido.
-Pequeño PhuYo, hola!-La saludó Win y yo le gruñí, por que no me gustaba que le pusiera apodos-Lo siento, Phuwin-Rodó los ojos él y lo levantó del suelo
-Phuwin, pequeño, no vas a saludar a papá?-Le pregunté con un puchero exagerado en los labios, él se rió y estiró los brazos hacia mi
Genial, a mi hijo le daba pena su papá y queria más a Win que a mi.
Cociné algo decente para la cena mientras Win hacía jugar a Phuwin con el regalo de cumpleaños que acababa de darle, cuando escuché que alguien llamaba a la puerta por el intercomunicador.
No era muy tarde, pero seguía siendo extraño que alguien llamara a mi puerta, considerando que mis vecinas eran viejas chismosas que me miraban mal por tener un hijo y estar solo, además de que incluso me habían denunciado un par de veces a causa de las visitas de Win, como si él o yo fueramos capaces de lastimar a Phuwin.
-Chico, tengo un paquete que dejaron para ti esta mañana-Avisó una de las viejas chismosas-Parecía un paquete valioso, asi que lo recibí por ti-Fruncí el ceño y fui a abrir la puerta para recibir la caja, por la cual estaba impreso el logo de Gucci-Quien te envia algo asi? Vas a abrirlo ya?-Apremió la vieja chismosa, notándose a leguas como queria ver lo que habia dentro, bufé, le agredecí con un poco de sarcasmo en la voz y cerré la puerta en sus narices
-Que es eso?-Preguntó Win, me encogí de hombros y lo puse sobre la mesa para abrirlo-Wow, Gucci?-Levantó una ceja mientras veía igual de sorpredido que yo el pedazo de tela dentro de la caja
Era una camisa Gucci.
UNA PUTA CAMISA GUCCI.
Y de alguna manera, no me sorprendió que la tarjeta perteneciera al hombre de esta mañana. Ponia un simple “Si aun quieres la entrevista, sabes donde encntrarme”, arrugué la tarjeta y la tiré al igual que la caja, por supuesto, despues de guardar muy bien la camisa en mi armario.
Pensé que acabaría el contacto en ese momento, él no me debía nada, y por lo visto, no estaba enojado por la patada que le había dado, por lo que no había razón para nunca volver a hablar. Pero como si todo estuviera preparándose para ese momento, mi vida fue en picada desde esa misma noche.
A causa del paquete que gritaba lo caro que era, la vecina imaginó mil historias en su cabeza y las comentó entre los demás inquilinos del edificio, consiguiendo que aquello llegara a oídos del dueño, quien no vio mejor oportunidad para intentar subirme la renta y a la mañana siguiente, llegué tarde a mi trabajo a causa de la discusión que había tenido con él desde temprano.
Phuwin tenía que empezar la escuela la siguiente semana, por lo que al menos no fue un golpe tan duro el que su niñera me avisara que no podría seguir cuidándolo después del fin de semana. Sin embargo, todavía estaba el hecho de que el dinero que habia ahorrado para la escuela de Phuwin, se habia ido en la nueva renta.
Y como si todo eso no fuera ya lo suficientemente malo, me avisaron de la universidad que mi promedio había bajado al tope mínimo para conservar la beca, por lo que tendría que cambiar algunas materias a distancia por la modalidad presencial para acumular créditos de asistencia para no perder mi beca.
Pero lo que sin duda me llevó a la desesperación fue cuando Phuwin enfermó, de nuevo.
A causa de su madre, él era extemadamente frágil, y en varias ocasiones tenia recaídas fuertes, donde era hospitalizado para que le hicieran tratamientos a su sangre y lo estabilizaran.
Estaba preocupado por él, lo había tenido que dejar solo en el hospital por que mi jefa del Starbucks no me permitía tomar ningun día libre ni siquiera sabiendo la situación, por lo que en medio de todo aquello, de alguna manera, logré derramar café demasiado caliente sobre más de un cliente, lo que provocó que me despidieran.
Y probablemente el cúmulo de estar a nada de perder la beca, haber perdido ya un trabajo, no tener como pagar el hospital o la renta del siguiente mes o que el doctor me reclamara el bajo peso de mi hijo, fue lo que me llevó a buscar la tarjeta que había venido con la camisa y dirigirme al edificio a mitad de la tarde.
-El señor Pawat se encuentra en una reunión en estos momentos, si gusta agendar una cita…-Antes de que la recepcionista terminara de hablar, le mostré la tarjeta que su jefe había firmado y ella rápidamente me explicó el camino hasta la oficina que yo en realidad ya conocía
-No voy a levantarme a saludarte, por que no quiero otra patada-Gruñó él cuando me recibió, después de una hora, cuando finalmente su reunión terminó-Entonces, por que estas aquí?
-Necesito el trabajo.
-Sabes las condiciones-Asentí y él pidió un contrato a su secretaria a través del teléfono, cuando entró a dejar el contrato, ella me miró de una manera que verdaderamente me erizó la piel y me hizo replantearme si lo que estaba haciendo era lo correcto
-Tambien podría amenazar con denunciarte por acoso a tus empleados y conseguir dinero de ti…-Pensé en voz alta mientras ya estaba firmando el contrato, él se rio
-Puedes hacerlo, pero probablemente conseguirías el dinero en unos años, y por como te veo, pareces necesitarlo ahora…Llévale esto a la secretaria al salir, ella te explicará el resto, yo tengo otra reunión ahora-Fue su despedida, y lo primero que pensé fue en que debía averiguar como mezclar veneno con café, por si una de mis tareas incluia traerle café
-Acabas de venderle tu alma al diablo…-Murmuró la secretaria cuando le entregué el contrato frmado
-De que hablas?
-Bueno, eso de la entrevista no era ninguna broma, él realmente te contrató para eso, a quien le debes tanto como para meterte a este lugar?
-Mi hijo…esta hospitalizado, y el seguro médico que ofrecen aquí cubriría su tratamiento-Ella cambio su mirada por una llena de compasión y suspiró
-Entonces valdrá la pena…Empiezas mañana, el horario es de 8 a 18, pero el demonio siempre llega mucho antes y sale mucho después, por lo que debes estar aquí mientras él esté, te conviene no contarle de tu hijo, no te ayudará, y solo lo pondrás nervioso, no le gustan las criaturas...-Asentí-Mañana tendré listas tus credenciales y tarjetas, incluirá una tarjeta con fondos exclusivamente para ropa, probablemente yo te acompañe, el demonio es demasiado quisquilloso y siempre anda de reunión en reunión, asi que tendrás que estar siempre acorde
Asentí y le agradecí la información, estaba ya a punto de irme, cuando ella me detuvo de nuevo, boqueó un poco y pareció incómoda con lo que tuviera que decir, por lo que me acerqué de nuevo a su escritorio y ella se sonrojó un poco.
-Ven preparado mañana…él no suele tomarse el tiempo de hacerlo…

Smile for him [OhmNanon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora