1. El inicio de todo

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El sonido de el gallo me despertó.

- Hija, despierta ya. Tu padre ha ido a por leña, cuando vuelva nos vamos.

Gruñí al reconocer la voz de mi madre. Luego me acordé. Era hoy.

Hoy por fin iría a ese sitio. Una escuela de magia. Creo que se llamaba Gordarts o algo así, estoy tan nerviosa que ni me acuerdo.

Me levanté de un salto.

Todo fue bastante bien hasta la despedida. Hicieron un cartel en el que ponía: "Te vamos a echar de menos". Todo el pueblo estaba allí reunido, por mí. Maya, una abuela del pueblo, me dio una palmada en el hombro.

- Cuando vuelvas te enseñaré una receta maravillosa. Ya verás.

Mi abuela me miró casi llorando y me dio un taper.

- Ten cariño, para el viaje.

Dos horas más tarde estaba en el andén con mi padre.

- ¿Y ahora que?

- No estoy muy segura. El hombre dijo que tengo que atravesar la pared.

- ¿Que? Sobre mi cadaver. El hombre este estaba loco, te lo digo yo.

Mi padre no estaba siendo de mucha ayuda. Miré a mi alrededor.

Busqué con la mirada cualquier indicio de magia. De repente vi una cabeza azabache desaparecer entre dos andenes. Luego otro niño también azabache se dirigió dudoso hacia el muro y desapareció. Ese era mi sitio.

Un escalofrío me recorrió la espalda. Me aproximé.

- Bueno, papi, nos vemos en Navidad.

Le di un beso en la mejilla cogí mi maleta y me dirigí decidida contra el muro. Cerré los ojos tan fuerte que creía que me iban a sangrar. Se me erizó la nuca. Abrí los ojos lentamente. Allí, delante de mí estaba, imponente, el Hogwarts Express.

Iba a adelantar cuando sentí algo en mi espalda.

- Me cago en todo. ¡Ten más cuidado!

- Pero si eres tú el que se tiene que disculpar.

Levanté la cabeza y me encontré con una chico de ojos castaños y pelirrojo. Era bastante más alto que yo. Alguien se acercó a nosotros por mi lado.

- ¡Canuto! ¿Estás bien, colega? Ni siquiera hemos llegado y ya estas ligando.

- ¡Cállate, idiota! ¿Has visto a los demás?

- Sí. Estamos donde siempre.

- Ahora voy.

Yo estaba quieta. Un poco incómoda. Cogí mi maleta y le dije:

- Adiós. Por cierto, ¿qué clase de nombre es Canuto?

- A ti te lo voy a contar, enana. No te jode.

- Oye, Canuto, vigila como le hablas a la gente y mi nombre es ____.

- Fred Weasley. Canuto es un apodo.

Le extendí la mano. Y sin más, me adentré en el tren.

~~·~~

Hola.

¿En que casa quedarás?

Deja tu voto y tu estrellita si te gusta para que llegué a más gente.

Un besazo.

Travesura realizada.

447 palabras✍

Publicada: 01/01/2022

Corregida: 15/01/2023

Tú entre magosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora