—¿Tengo todo listo?
Mitsuri se pregunta a sí misma mientras mira la sala de su apartamento.
Sus pies la guían a su habitación y asiente al ver que todo está organizado.
Luego va a la cocina y revisa las bolsas con dulces y caramelos que tenía sobre el mesón y revisa la olla en donde se hacía el chocolate.
Revisa las galletas y demás que pronto serviría.
Sonríe satisfecha.
Pronto la puerta se abre.
—Permiso. He llegado.
Contenta camina a grandes pasos hacia la entrada, literalmente corriendo.
—¡Iguro!
—Mitsuri. Buenos días.
—Fufufu ¡buenos días!
Rápidamente le ayuda a quitarse el abrigo grueso que traía, dejando debajo solo uno mucho más delgado.
—¿Hacía frío?
Era época fría y ella lo había invitado a pasar el día en su casa, ya que estaban en vacaciones de la universidad.
—Bastante.
Mitsuri ríe mientras cuelga el abrigo de Iguro en el perchero.
—Traje algunas películas más, las dos que me pediste y tres más.
—Oh. ¿Elección aleatoria?
La de pelo rosado camina detrás de él, quien ya iba caminando dentro de la casa con unas pantuflas blancas que ella tenía reservadas para él en la entrada.
—No. Estuve anoche revisando opiniones de ellas.
—Mm. Estoy preparando el chocolate ¿quieres comer galletas?
—Por favor.
—Yei.
Ambos se conocían desde años de secundaria, de eso ya 8 años.
Iguro tenía 20 años, Mitsuri tenía 2 menos que él. Aunque en años de estudio solo se llevaban uno, ya que por complicaciones familiares él tuvo que repetir primero de preparatoria.
—¿Dónde dejaste a Kabarumaru?
Ella pone algunas galletas en un plato mientras pregunta.
—Kanae aún lo tiene, quizás Sanemi lo devuelva la semana que viene.
—Kanae-chan es tan valiente.
Mitsuri ríe.
Ambos hablaban de la mascota serpiente que el de ojos bicolor poseía.
Era un animal extremadamente inteligente, razón por la cual la estudiante de biología, Kanae Kocho, la pedía prestada de vez en cuando.
E Iguro no podía negarse ya que era su compinche eterno, Sanemi Shinazugawa, quien se lo pedía.
Ellos tenían una bonita amistad, aunque era raro y vergonzoso que se refiriesen a sí mismos como mejores amigos. O siquiera amigos.
—Si quieres prende la tele.
Mitsuri pone el plato con galletas frente a Iguro, quien no dejaba de verla.
—Está bien, prefiero verte.
Las mejillas de la chica se calientan al tiempo que su sonrisa se amplía.
—Siéntete como en casa, entonces.
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Esponjoso - ObaMitsu
FanfictionEl sentimiento al estar con su mejor amigo es... ¡esponjoso! Obanai x Mitsuri. Kimetsu no Yaiba de Koyoharu Gotouge.