Esponjoso - ObaMitsu

Extra

—Iguro-senpai ¿alguna vez has tenido novia?

Mitsuri mira por encima de su hombro hacia el hombre que estaba destapando un paquete de malvaviscos.

—No.

—Moo ¿por qué?

—No suelo gustarle a la gente.

—¿No es por culpa de Shinazugawa-senpai?

—Me junté con Sanemi justo porque no me juntaba con nadie.

—Pero ahora estamos juntos.

—Si de repente le digo que no vuelva a hablarme, él le mata.

Mitsuri infla sus cachetes.

—¿No te gusta que él sea mi amigo?

—Me da envidia.

—¿Qué?

Mitsuri lleva  la bandeja con dos vasos llenos de té.

—Tú le tienes mucha confianza.

—Confío más en ti.

La de pelo rosado hace mueca con su boca.

—Ajá, a mi nunca me prestarías tu teléfono.

—Genya está enfermo y él no tiene minutos. Tiene sentido que se lo haya prestado.

—Sí, y se le olvidó entregártelo y senpai está muy relajado.

—Sé que me lo devolverá.

—¡Eso es confianza!

Iguro deja los malvaviscos en un plato que ella tenía dispuesto para ello.

—Te di la llave de mi apartamento...

—Y estoy muy agradecida, pero confía más en mí. ¡Quiéreme más!

El de ojos bicolor ríe y alza sus hombros.

—¿Qué quieres ahora?

Mitsuri sonríe y saca de debajo de su televisor un empaque.

—Veamos pelis de terror.

Iguro la mira fijamente.

Ninguno de los dos era bueno en eso.

Al final vieron una película de acción, además de continuar viendo las series que ya veían.

—Gracias por acompañarme, senpai.

—Gracias por tu invitación, nos veremos luego.

—Vuelve cuando quieras.

Iguro alza su mano, despidiéndose, y se aleja.

Su cara sonrojada se hizo presente tan pronto se cerró el elevador.

—Mierda, mierda, no, por favor.

Su mano se posicionó en su entrepierna.

Reguló su respiración y exhaló por la boca.

—Sus pechos...

No vieron más de 15 minutos la película de terror, pero ella estuvo encima suyo todo el tiempo.

Luego de eso, además, se quedaron juntos durante bastante tiempo, hasta que sus ganas de ir al baño le ganaron.

No hizo nada malo.

No en ese momento.

—Mierda, mierda, no pienses en eso. No luego de verla, no por favor.