Lunares ❝𝘚𝘶𝘯𝘨𝘴𝘶𝘯❞

02. Ojo

Cuando las clases de Sunoo finalizaron, lo llevé a su casa como de costumbre y su madre nos recibió.

-Se sintió muy extraño no haberte visto varios días, Sunghoon-comentó la madre de Sunoo mientras me daba un vaso de agua.-Supongo que tanto verte por aquí hizo que me acostumbrara a tu presencia. 

-Ya dile que te gusta–dice en un murmullo Sunoo mientras come un dulce. Su madre le da un golpe en la cabeza y él solo se ríe.

–Irrespetuoso–exclama su madre sacándole le lengua a su hijo, provocando que este igual lo hiciera.–¿Cómo lo soportas, Sunghoon?.

–No respondas esa pregunta–se apresura Sunoo a decirme. –Me ama madre, el amor puede contra todo–le responde por mí, para luego agarrarme del brazo para sacarme de la cocina. –¡Vamos a ir arriba, nos avisas cuando esté la comida!–grita el menor para comenzar a correr escaleras arriba.

Yo por mi parte me tomé mi tiempo para subir por esas escaleras tan familiares.

Sunoo me esperó en el marco de su puerta, y cuando estuve cerca de esta, me empujó hacia adentro de su cuarto haciéndome chocar con la cama y caer en esta.

–¿Por qué no me dejaste responderle a tu madre? –pregunto mirando cómo llega hasta mi lado dando brincos.

–A ver, ¿qué le ibas a responder?–se sienta en la cama cruzando más piernas.

–Que no te debía soportar, ya que para mí no eres insoportable.

–Ay que lindo eres–me acaricia la cara  haciendo un puchero exagerado. –Aunque mi respuesta estuvo mejor–relaja su cara y se me queda mirando varios segundos.

Achica sus ojos y sonríe para luego decir:–¿Té puedo chupar el ojo?

–¿Qué?

–¿Puedo o no?–se levanta un poco de la cama y se acerca a mi poniendo sus manos en mis hombros.

–¿Pero para qué quieres hacer eso? –pregunto, pero Sunoo se adelanta y se avalanza contra mí. –¡Sunoo, no!

Comenzamos a forcejear y él solamente se ríe de la situación.

–Déjame chupar tu ojo–se detiene de repente haciendo que yo igual me detenga.

Iba a volver a decirle que no, pero en un movimiento rápido se acercó y me dió un beso en uno de mis lunares.

–¿Ves? Sí te gustan mis besos en tus lunares, siempre que te doy uno te quedas todo tiezo del cuerpo–ríe bajito para seguir dandome besitos

Y yo como un tonto me dejo.