Neighbors. (2/2)

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Eran las 12:00 del mediodía y Harry recién se levantaba. Se dispuso a ir hacia la cocina para prepararse un desayuno, luego iría a correr al parque como su rutina de todos los sábados.

Se vistió con unos pantalones deportivos negrosmarca Nike que llegaban hasta las rodillas, una remera blanca básica y sus zapatillas de la misma marca que sus shorts. Agarró las llaves y salió.

Pero al abrir la puerta se encontró con una carta arriba de su alfombra de bienvenida, la cual decía:

"Espero estés preparado para mi sorpresa ;) - Louis"

- Y tú para la mía, Tomlinson... - murmuró para sí mismo y sonrió instintivamente.

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L ya tenía todo preparado y no podía esperar más para poder consentir al que anteriormente había sido su "gatito".

Eran las 21:30 p.m, y el ojiazul se encontraba dentro del departamento de Harry, sólo en bóxers para darle la tan esperada sorpresa. No, Louis no tenía llaves. Sí, se las tuvo que arreglar para entrar por la ventana y casi se mata. Pero todo valía la pena cuando se trataba de su vecino Harry Styles, ¿no?

El rizado entró a su departamento después de hacer algunas compras en el supermercado y se dispuso a sacar sus botas marrones, cuando de repente sintió unos labios suaves y finos atrapar los suyos en un beso lento.

- Louis... ¿cómo entraste? - susurró desconcertado contra los labios del mayor.

- Por la ventana. Tendrías que cambiar el cerrojo.

- Espera aquí. - Dijo sonriente y se fue corriendo al baño antes de que Louis pudiese decir algo o protestar al respecto.

Pasaron 3 minutos exactos y H salió del baño usando una pieza de lencería, pero distinta a la de la noche anterior. Llevaba un corsé negro con lazos rojos que lo ajustaban hasta formar un pequeño moño ubicado en su pecho. Medias bucaneras negras y unas panties negras también, transparentes.

- Pe-pero Harry... hoy me tocaba a mí. - espetó un Louis desconcertado y a la vez excitado por la imagen que apreciaban sus ojos.

- Sí, esta vez tú harás lo que quieras conmigo. - dijo el ojiverde con una sonrisa felina en sus labios mientras se acercaba a paso lento y enrollaba sus manos en el cuello del castaño.

- Juguemos, Hazz... - ronroneó Louis en el cuello del rizado mientras dejaba besos y succionaba en la piel blanquecina.

Colocó sus manos en las caderas del menor e hizo que se juntaran con las suyas, para comenzar a frotar sus miembros lentamente, mientras que H sólo podía pasar sus manos por la espalda de Louis.

Tomó una venda que tenía escondida detrás de sus pies y tapó los verde ojos del chico rizado.

- ¿Lo-lou que v-vas a hacerme? - jadeó.

- Shh, Hazz. Te gustará.

Volvió a colocar sus manos en las caderas de H y lo condujo a su habitación, recostándolo en la cama, mientras sus labios no abandonaban los del contrario. Generando una guerra entre sus lenguas, por ver quién entraba en la boca del otro.

- Espera aquí... - susurró el castaño para salir corriendo de la habitación y así buscar quién sabe qué.

Volvió luego de un minuto y Harry tenia una erección enorme que ya no podía aguantar más dentro de esa lencería.

El mayor se mordió el labio al ver al rizado en la cama totalmente entregado con las mejillas rosadas, labios hinchados y un gran bulto debajo de la lencería.

Harry sintió como algo espeso se exparcía por su cuello, siendo luego chupado y succionado por los labios de Louis. 

- Louis, ¿q-qué es esto?

El castaño se llenó los labios con la sustancia, atrapando los labios del rizado en un beso dulce para que pudiera sentir el sabor.

- Mmh, chocolate... ¿chocolate?

Empezó a colocar el chocolate espeso por todo el cuerpo de H, después a retirándolo con su lengua y labios en cada parte.

- Mmh, Lou, cómo puedes... - jadeó palabras sin sentido, al sentir la lengua que recorría su abdomen bajando hasta su erección.

Fue bajando lentamente las panties para dejar chocolate en su miembro.

Sin pensarlo metió toda la erección del rizado a su boca mientras lo lamía como si se tratar de una paleta.

- ¡Ah! - gimió al sentir la boca de L.

Empezó a hacer movimientos lentos desde arriba hacia abajo, comenzando a succionar.

-Lou... m-más rápido, papi...

El castaño iba a hacer que Harry suplique, pero al escuchar la palabra "papi" su erección creció aún más y empezó a hacer los movimientos mucho más rápidos.

Harry era un desastre de gemidos, jadeos y suspiros.

Louis miró al menor y notó que éste tenía los rizos pegados a su frente, la cual contenía una leve capa de sudor, sus ojos cerrados con los labios semi abiertos y sus manos aferradas a la almohada.

- Lo-louis te n-necesito dentro mío, p-por favor.

L retiró el miembro de su boca, del cual ya salían gotas pre-seminales y separó las piernas del rizado.
Destapó la vista de Harry, tirando la venda hacia un costado de su habitación.

- Chupa, bebé. - ordenó con la voz levemente ronca mientras acercaba dos de sus dedos a la boca del ojiverde.

El contrario obedeció sumisamente mientras lo miraba fijamente, creando una vista encantadora hacia los ojos de L.

Al sentir que ya estaban demasiado húmedos, los sacó de su boca y los introdujo en la estrecha entrada del menor para lubricar la zona, sacando profundos gemidos desde la garganta del chico rizado.

Siguió penetrándolo con sus dedos unos segundos más, hasta ya sentir que estaba preparado.

Lo miró a los ojos como si estuviera pidiendo permiso, y el menor asintió, señalando la mesa de luz donde se encontraban los condones.

De un momento a otro, el gran miembro del castaño estaba dentro de Harry, sacando gemidos por parte de él, y gruñidos por parte de Louis.

Aumentó la fuerza de sus embestidas, generando que en la habitación sólo se escuchen las respiraciones agitadas, los gemidos y gruñidos, más el sonido de sus pieles al chocar.

- ¡Papi! M-mierda, hm.

Louis acercó como pudo la palma de su mano hasta una de las nalgas de Harry, y le proporcionó una nalgada, haciendo al menor chillar.

- Sin malas palabras, bebé. -susurró contra el oído del contrario, mordiendo luego el lóbulo de su oreja.


Después de unos largos minutos más, los dos sintieron como un cosquilleo se apoderaba de la parte baja de su abdomen, generando que se corrieran con fuerza. H manchando el abdomen del castaño, y éste llenando su entrada con el líquido espeso.

Se miraron por unos largos segundos, tratando de calmar sus respiraciones.

El chico castaño se recostó al lado del menor, dejando que éste apoye la cabeza en su pecho.

- ¿Pude complacer a mi gatito? - preguntó L en un susurro cerca del oído de Harry.

- Fue perfecto, papi. -susurró de igual manera con un tono carmín presente en sus mejillas.


Y tal vez, esto significaba el comienzo de algo. O tal vez.... ese había sido el final.

Lo único que se sabe es que los dos vecinos se quedaron dormidos luego de varios dulces besos y caricias en el cabello de Harry por parte de Louis.


buy me flowers and call me baby. (l.s) (one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora