El secreto de Espinadragón [Albedo x Lectora] COMPLETA

Capitulo 2: Perdida

- "¿Que fue lo que paso?"

 Albedo estaba inmerso en sus pensamientos mientras ordenaba unos materiales

-"Extraño, muy extraño, su forma de hablar ayuda a tener una conversación fluida, solo he tenido esas conversaciones cuando Sacarosa habla de alquimia, pero con ella hay una sensación diferente"

 Los primeros rayos del sol se hicieron presentes y te despertaste de forma automática.

-Que pésima costumbre, desearía poder dormir más, pero ..

.Te levantaste y cambiaste de ropa que afortunadamente habia secado, cuando saliste encontraste a Albedo sentado en la fogata apagada. 

- ¿Albedo? No hubo respuesta, acercándote miraste que estaba durmiendo sentado. 

Con el abrigo que te habia prestado lo abrigaste y te sentaste en la entrada del campamento mirando el amanecer. Una hora después escuchaste pasos detrás tuyo.

- Buenos días.

- Buenos días (t/n), si te sientas en la nieve de esa forma te enfermaras.

-Se ve muy bien el paisaje desde aqui.

-... lo es, entonces ¿Cuánto tiempo llevas en espinadragón?

- mmm no estoy segura, tal vez unos tres, cuatro o seis

-¿Una semana?

- ... ah, bueno, me refería a meses, no podía salir. 

-¡!, ¿No encontraste a ninguna persona? 

- Sobre eso, caí en algún agujero y estuve caminando por varios pasajes sin salida, pero ya estoy afuera. 

-Esta montaña es muy grande pero seis meses sin encontrar salida es un poco. 

- jajaja, es raro, lo sé

 -En Mondstadt te darán una bienvenida adecuada, muchos viajeros nos visitan asi que son bastante amigables.

 -Suena bien. 

Bajaron la montaña, tu siguiéndolo de cerca todo el camino ya que no querías volver a perderte. Al final no hubieron otros incidentes, y durante el camino lograron seguir la conversación de ayer, sin estornudar.

-¿Klee? 

- Si, es muy energética y se mete en problemas por jugar, pero es una buena niña.

- Los niños deben de comer, dormir y jugar bien, de seguro le encanta tenerte como hermano. 

-No lo se, solo me encargo de cuidarla lo mejor que puedo, aunque a veces se molesta conmigo por no estar todo el tiempo con ella.

- jajaja, tranquilo, haces un gran trabajo, lo aseguro. 

- ... ya llegamos.

 Atravesaron el puente y los guardias de la entrada les dieron la bienvenida, luego fueron a la catedral, aunque tuvieron que subir demasiadas gradas y contigo cojeando era un poco más lento de lo usual, al final te dejo esperando en uno de los asientos mientras fue a buscar a alguien.

-oh, es grande, y es una linda ciudad... ciudad de la libertad... suena como un sueño.

Un sonido vino desde la ventana, no fue un golpe fuerte, era más bien ¿de alguien golpeándose la cabeza? Hiciste un esfuerzo para levantarte y viste a alguien asomándose por la ventana.

- "¿un espía?, no creo que eso haya aqui ... supongo que puedo ayudar un poco en la ciudad de Albedo. Saliste de la catedral, diste toda la vuelta, sin alejarte de la pared, de esa forma no te perderías, después de un rato encontraste a la persona.