Soledad y remplazo

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Regresaba de un largo viaje, alegre y sonriente de que por fin regresaría con quienes amaba, llegaba cargando sus maletas, mirando el paisaje y recordando el camino a casa, cada paso que daba era un baile tan alegre y emocionado que sentía que su corazón se derretía de emoción cuando toco su puerta para poder dar una sorpresa a sus personas cercanas, no se escuchó nada, estaba vacío, silencio, abrió la puerta con miedo y con su cuerpo temblando, notando que no había nadie en casa rebusco y rebusco entre los muebles, la cocina, las habitaciones, el baño, cualquier lado a un rastro de alguna persona viviente en la casa, estaba vacía...

- Debieron haber salido

Fue lo que pronuncio a la oscuridad, miro con cuidado su teléfono y mando ciertos mensajes avisando que se encontraba en casa, nadie respondió, estaba solo, reviso sus mensajes con cuidado descubriendo que sí, estaba vivo, lo que lo hizo soltar un suspiro tranquilo, después de eso las horas pasaron y ningún mensaje sonó en su teléfono, tomo sus cosas con cuidado y salió a la calle a buscar a su familia, camino y camino, pero no vio a nadie ¿Dónde estaba todo el mundo? Cuando regreso a casa las luces aun se encontraban apagadas, miro hacia la ventana y a lo lejos noto luces ¡Había gente! Cuando cruzo la puerta algo detuvo su andar agarrando su mano con fuerza hasta hacerlo sangrar, regresando su mirada noto a alguien detrás de él, vestía una ropa negra, una camisa azul, su cabeza estaba tapada por algo que no entendía ni conocía.

- ¿Quién eres?

- No quieres ir ahí...

- ¿Por qué?

Unos pequeños diálogos entre ellos hasta que el chico se soltó y salió corriendo del lugar, su mano dejaba un rastro de sangre hacia donde se dirigía, cuando llego al lugar noto como aquel hombre a quien vio en su casa se encontraba delante de él mirándolo en silencio y en su mano derecha sostenía una pequeña cuchara roja, roja ardiente, estaba caliente, la cuchara se encontraba tan caliente que podía notar el calor recorrer su cuerpo incluso estando lejos del hombre.

- ¿Por qué no me dejaras ver eso?

- ...

- ¡Responde!

- Porque me quiero salvar...

Así el hombre salto hasta el chico intentando sacarle los ojos, en un intento desesperado de mantener sus ojos el chico salió corriendo hacia las luces pidiendo ayuda, cuando llego pudo ver a su familia sonriente, tan alegre bailaban entre ellos, mirándose unos a otros con entusiasmo, sus amigos también estaban ahí, cuando el chico intento llegar a ellos con una sonrisa algo se lo impidió, no podía entrar al lugar, grito hasta que su garganta sangro pero nadie lo escuchaba, golpeo con fuerza aquello que sus ojos no podían notar, pero todos parecían ignorarlo, cuando sus ojos se llenaron de sufrimiento alcanzo a notar a alguien justo ahí con el resto, no lo conocía bien, pero sabia de alguna forma que pasaba.

- Te dije que no lo hicieras

- ¿Qué está pasando?

- Lo siento

El hombre le arranco los ojos, la sangre corrió por el suelo y sus cuencas vacías miraron a su rostro y notaron al hombre, ambos se abrazaron y lloraron el hombre se quedo en aquel lugar a vigilar que alguien mas llegara, el chico fue condenado a estar solo por toda su vida, no veía nada, no escuchaba, no olía, no sentía... no había nada, estaba solo, y sus cuencas vacías solo lloraban sangre de tristeza.

One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora