2. Un Acompañante Inesperado

29 4 1
                                    

Anoche no dormí muy bien, estuve pensando en lo que pasó con Luke, y siento la necesidad de hablar con él para aclarar bien las cosas entre nosotros, pero justo cuando pienso llamar a Lucy y pedirle el número de teléfono de Luke, escucho a mi mamá diciéndome que me apresure para llegar a tiempo al aeropuerto; y entonces recuerdo de inmediato que hoy me tengo que ir a Australia. Es impresionante como todo este asunto sobre Luke me hizo olvidar por un momento mi viaje tan esperado.

Mientras bajaba las escaleras para ir al carro de papá, estuve pensando que este viaje me serviría en parte para olvidar lo sucedido con Luke, así que agarre mis audífonos y me puse a escuchar música para distraerme un rato.

Ya llegamos, ¡que emoción! Fuimos rápido a la terminal para esperar el vuelo que salía dentro de media hora, y para sorpresa mía todos mis amigos estaban ahí esperándome. Estuvimos hablando un rato, y cuando anunciaron que mi vuelo estaba listo para salir, me despedí de ellos por última vez.. Luego le dije a mis padres que los extrañaría mucho y le di un fuerte abrazo a mi hermano.

El proceso de entrada al avión fue rápido, así que ahora solo tenía que buscar mi asiento y disfrutar el viaje. Que suerte la mía, me tocó al lado de un asiento vacío; aunque pensándolo bien no es gran cosa, el avión está repleto así que por lo menos no me sentiré tan solitaria. Al cabo de unos minutos supuse que tal vez alguien ocuparía ese asiento, pero mis suposiciones fallaron porque cerraron las puertas del avión y el asiento seguía vacío.

El avión había despegado y yo me encontraba sumergida en mis pensamientos, hasta que un chico alto, de cabello castaño claro y ojos verdes, se acerca y me pregunta si puede sentarse junto a mí. Por supuesto no hice más que asentir y responderle con un simple sí. Una vez que se sentó, me dijo que su nombre era Daniel , y me contó varias cosas sobre él. Estuvimos hablando un buen rato hasta que llegó la hora de servir el almuerzo en el avión. Mientras comíamos mencionó que tenía una reservación en el hotel Hilton Sydney, lo que me pareció asombroso puesto que yo también iba a ese hotel. En fin, las 10 horas de vuelo se me fueron en 5 minutos hablando con Daniel, quien por cierto me dijo que acostumbran llamarlo Dani.

El Gran ViajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora