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Takemichi siempre se ha considerado un omega sin gracia alguna, a sus 26 años sentía que ya era muy tarde el solo esforzarse, conformándose estar solo hasta el último de sus días ¿Cómo podría pensar...
Y yo dejaré esta vida tras de mí (And I'll leave this life behind me)
Dilo, si merece la pena salvarme (Say it if it's worth saving me)
Nickelback - Savin' Me
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Takemichi llevaba varios minutos admirando su reflejo en un pequeño espejo que usaba en las mañanas, más específicamente admiraba feliz como su porcentaje había adquirido un hermoso color dorado, podría quedarse durante horas frente al espejo simplemente mirando... ¿Cómo podría no emocionarse? La mitad de su vida le dijeron que nunca seria aceptado por nadie, que tenía que rendirse y aceptar su destino, mientras que la otra mitad se la paso creyendo en esas palabras... pero aquí estaba, sonriendo como nunca lo había hecho, como si la felicidad nunca fuera a desaparecer
El sonido de la puerta del baño lo hizo sobresaltarse, dejando ver a los pocos segundos un Mikey recién bañado que parecía somnoliento, este camino con paso lento hasta quedar a su lado sin decir ninguna palabra, con un cansado suspiro se apoyó en el hombro de su omega
- Azul es dulce...- le susurro frotando con suavidad su nariz en el cuello de su destinado logrando que este se sonrojara levemente por el intimo gesto -... ¿Es porque estas feliz? – susurro encontrando la mirada del omega
Takemichi debía admitir que le costaba un poco seguir el hilo de pensamiento de Mikey, su mirada parecía perdida en un mundo que no podía tocar, pero al mismo tiempo se aferraba a él como si fuera un ancla que lo mantenía en la superficie de la realidad... quizás era lo mismo para él
- Se siente bien... - admitió sin poder apartar la mirada de su destinado
- ¿La marca?
Takemichi negó con suavidad
- Tener un lugar a donde pertenecer...- susurro tímidamente, eran palabras que venían de lo más profundo de su corazón
Mikey parpadeo ante eso, sonriendo levemente por las palabras utilizadas, regresando a apoyarse en el cuello de este, inhalando con su mente extrañamente en calma
- Si... tienes razón... se siente bien – olvidaba lo que era tener un hogar, hace tiempo que esa sensación se perdió en el tiempo y realmente deseaba quedarse allí para siempre, en aquel ser que lo hacía percibirse en una nube
El omega se sobresaltó un poco al sentir como el agua que caía del cabello sin cesar de su destinado empapaba parte de su espalda, dudo por un segundo antes de sostener por la mano a Mikey, guiándolo a su habitación con facilidad, al parecer el alfa estaba lo suficientemente agotado para ser llevado sin mucho esfuerzo
