44.

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Al mirar por el pequeño agujero que tenia la puerta deseé no haberlo hecho nunca, mi corazón comenzó a palpitar con mucha fuerza y mi respiración a entrecortarse, retrocedí lentamente hasta el sillón y los toques en la puerta no paraban, al contrario, seguían con más intensidad. Con la vista sin despegarla ni un solo momento de aquél lugar, intenté agarrar el celular y lo llevé a mi oreja después de quitarle el altavoz.

–¿T/n? ¿T/n? Dios, responde.

Ambos chicos hablaban sin parar intentando llamar mi atención.

–Chicos...

Dije en un pequeño susurro, mi voz estaba tan aguda que casi ni se escuchaba, el miedo me estaba consumiendo y no dejaba que actuará con todos mis sentidos.

–T/n, ¿que paso?, ¿quien era?

–Es... un hombre... muy grande.

Respondí intentando no soltar un sollozo que pudiera escuchar aquella persona detrás de la puerta.

–¿Qué? ¿un hombre?

–T/n ¿como es?, ¿como es el hombre?

Preguntaban ambos a la vez haciendo que me desconcentrara y comenzará a entrar en pánico.

–No lo sé, su cabeza estaba agachada... él... tiene un...

–¿Tiene que? ¿qué tiene?

Solté un sollozo que rápidamente tapé con mi mano, los ruidos de la puerta pararon por un momento, hasta que se escuchó un gran estruendo que se desplomaba bastante lejos, pero que se escucho muy fuerte.

–¿Qué es eso?, T/n ¿qué fue eso?

–T/n, responde.

–No lo sé, chicos, él tiene un arma.

Intenté calmarme para poder hablar sin balbucear pero todo el esfuerzo acabó cuando comencé a escuchar gritos y de nuevo los sonidos en la puerta comenzaron a sonar.

–T/n escóndete, escóndete ya.

Yo sin pensarlo dos veces obedecí, pero estaba tan asustada que mi mente estaba en blanco y no sabía dónde esconderme, mi única opción en ese momento fue el armario, me metí en él y como pude intenté taparme con la ropa que tenía dentro.

–Tengo miedo.

No aguanté más y me solté en lagrimas, tapé mi boca con mi mano mientras que con la otra seguía sosteniendo el celular.

–T/n, no cuelgues. Tranquila, ya Chan esta llamando a la policía.

–Él sigue tocando la puerta.

–Ya vamos para allá, no cuelgues.

–Voy a morir Jungkook.

–Dios cállate, no vas a morir, tranquila ya vamos por ti.

–Jungkook están gritando mucho.

No podía parar de llorar, era inevitable y más con el ruido.

–Solo escucha mi voz.

Sin más comenzó a cantar, me quedé muy extrañada escuchándolo pero me estaba ayudando, al menos un poco, después de un momento paró al no escuchar mi voz, Chan también se unió de nuevo a la línea.

–¿T/n?

–Aquí estoy Chan.

Estaba tan concentrada en su voz que había olvidado los golpes en la puerta, saqué un poco mi cabeza en el mismo armario debido a que no los escuchaba seguir, me intenté levantar allí mismo pero me detuve al oir un empujón en la puerta y rechinar al abrirse, ahí fue donde me di cuenta que estaba en peligro y que más aún, ya estaba dentro. Me acomodé de nuevo como estaba sigilosamente y volví a llevar el celular a mi oreja.

𝑪𝑶𝑺𝑴𝑰𝑪  ☆  𝒀𝒂𝒏𝒈 𝑱𝒖𝒏𝒈𝒘𝒐𝒏 𝒚 𝑻𝒖  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora