EL INICIO

1K 124 9
                                    

parte 2/2

Realmente ese matrimonio le convenía a ambas sectas, Jiang Wanyin sería el líder en el futuro y eso lo hacía valioso para muchas otras. Es por ello que Lan Xichen no pudo negarse a la boda, aparte de que los ancianos de la secta y su tío paterno estaban maravillados y encantados con su prometido. Sin embargo, Lan Xichen lo odiaba y lo culpada de su infelicidad, de no poder casarse con Mengyao. Simple y sencillamente lo culpaba de todo. 
La ceremonia comenzó y terminó casi en un pestañear, la celebración se llevó a cabo en Yunmeng, ya que en Gusu estaban terminantemente prohibidas las fiestas.
Los ahora esposos no podían ir a la celebración, no importaba cuanto Jiang Cheng quisiera volver a casa, ahora no podía ni siquiera salir de los Recesos de las nubes. Lan Xichen había convencido a su tío de dormir separado de Wanyin al menos hasta que este cumpla la mayoría de edad, su tío aceptó e instalaron rápidamente al menor en otra habitación. Jiang Cheng tenía muchas ilusiones con aquella alianza, pero todas cayeron y se rompieron cuando a su cuarto llegó un Lan Xichen ebrio y enfadado.
Beber en aquel lugar estaba prohibido, sin embargo, el líder Lan estaba totalmente cegado por el alcohol; el menor intentó llevarlo a la cama para que descanse, pero al acercarse solo recibió un fuerte golpe en la mejilla que lo hizo caer al suelo. Como pudo se puso de pie y miró al mayor con miedo y confusión; otro golpe volvió a caerle. Intentó defenderse, pero no le fue posible. El Lan era más fuerte y sus técnicas más avanzadas. Perdió la batalla que se había formado en su habitación.
Sus muñecas fueron sujetadas fuertemente por una de las manos del contrario y su ropa empezó a ser rasgada. Entre lágrimas y súplicas le pedía que se detuviera, pero este solo le respondió con una fuerte bofetada. Despojó completamente al menor de sus túnicas moradas y con la cinta que llevaba Wanyin en su cabello amarró fuertemente sus manos sin importar si lo lastimaba. Sin tomarle mucho interés al menor, comenzó a poseerlo con brusquedad. Cada que Jiang Cheng se movía para defenderse solo lograba ganarse más y más golpes.
En todo lo que duró aquella tortura Lan Xichen no dejaba de mencionar el nombre de su amante, diciendo que solo a él lo amaría. Eyaculó en varias ocasiones dentro del menor y no le interesó incluso que el joven se hubiera desmayado por todos los golpes y todas las rondas que el Lan mayor le hacía, él solo se quedó dormido al terminar aquel acto tan cruel.
Al día siguiente recién pudo darse cuenta de sus actos, pero poco o nada le importó, pues que para él Jiang Cheng tenía la culpa de todo.
Jiang Wanyin no pudo ver a su familia o siquiera salir de la habitación en casi una semana, su cuerpo estaba totalmente herido y si su hermano mayor lo viera así seguro se armaría una guerra.

UN SUEÑO PERDIDO DENTRO DE UNA ILUSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora