Cuando Donar terminó la jornada de trabajo, solo pensaba en descansar, pero recordó que había quedado con aquel hombre. No quería, pero debía ir al encuentro si quería obtener respuestas.
Mientras el Sol se ocultaba en el horizonte, se escabullía entre las casetas y los barriles de alimentos amontonados, así llegando a la salida del campamento sin que nadie lo viese.
-No es la primera vez que lo hago- pensó Donar mientras recogía unas cuantas piedras del suelo.
Espero el momento justo, en el que nadie pasar por donde estaban los guardias y ¡Pum!, uno de los guardias se desplomó, y una vez más, había salido de un campamento agrediendo a un superior.
Corrió hasta la arboleda donde había quedado con aquel hombre, mientras esperaba, se dió cuanta de que aquel lugar producía terror en él, la luz de La Luna hacía parecer las ramas de los árboles, largas y afiladas garras.
No tuvo que esperar mucho más hasta que el hombre apareció.
-Chico, se que buscas respuestas, pero antes de nada, has de jurarme que no le contarás a nadie las cosas que verás esta noche, ¿de acuerdo?- dijo el hombre.
-Lo juro- respondió.
Donar seguía a aquel hombre, avanzaban por un desgastado camino de arenilla.
-¿Como te llamas?-dijo Donar mientras remarcaba con sus piesesillos, las enormes huellas que dejaba aquel hombre.-
-Odem, hijo de Isgramor.
-¿Eres hijo de Isgramor?- preguntó somprendido- ¿Que hace un hombre de tu sangre acompañando a un muchacho como yo?
-No todo es lo que parece, mi madre murió al de darme a luz, desde ese momento mi padre me toma como el asesino de su mujer, y no como su hijo, heredero del alto mando de la rebelión, cuando solo tenía unas 100 lunas, mi padre, me echó de casa y me tuve que resguardar bajo las enseñanzas de los clérigos y sabios de la capital...- dijo Odem, mientras Donar seguía tan sorprendido como antes.-
Hubo un incómodo silencio hasta que uno de los dos decidió hablar.
-¿No quieres saber mi nombre?- preguntó Donar, extrañado por la indiferencia de Odem.
-Ya lo sé, eres hijo de Junnar Fenderson, tu padre aportó mucha esperanza a la rebelión, fue un gran héroe para muchos, y un gran enemigo para otros...
-¿Como lo sabes? Es imposible, no te he visto en mi vida...- interrumpió Donar.
-Llevo obsevandote desde que no podías articular una sola palabra chico, se más de ti que tu mismo.- dijo Odem mientras golpeaba suavemente el hombro del muchacho.- date prisa, llegamos tarde.
-¿A dónde nos dirigimos?- preguntó Donar, después de pasar un rato pensando en lo que le había dicho Odem.
-¡Al Bastión Negro!- rió Odem.
-¿Cómo? ¿De verdad piensas adentrarte en ese lugar sin armas ni armaduras? ¿Estás loco?- tartamudeó.
-¡Chico, no siempre el acero aporta la mayor protección!- dijo Odem, exalando una segunda carcajada, a la vez que sacaba una pequeña daga de la parte trasera de su cinturón- ¡Presta atención!- gritó mientras la alzaba.
Con un complejo movimiento de dedos, Odem hizo que su mano derecha imbolase, provocando que esta se envolviera en llamas.
Solo se oyó un minúsculo chasquido cuando Odem introdujo la daga en aquella bola de fuego.
-¡Es imposible!- gritó Donar maravilllado por la situación en la que se encontraba.
El muchacho se sentía atraido por aquella llama, nunca había sentido nada igual, ni siquiera cuando de pequeño, pasaba por la panadería del pueblo y veía esos inalcanzables dulces. "Se que eres capaz" oía Donar dentro de si, "Te pertenece". La confución del momento, hizo que Donar, casi sin darse cuenta, hundiera la mano en la llama, la cual ya solo contenía los restos de la empuñadura de la daga.
-¡AAGH!- gritó dolorido el muchacho a la vez que descendía incosciente al suelo.
La llama desaparecío adentrandose en la palma del muchacho, Odem, obsevo que no habían quemaduras en la mano, levantó al muchacho del suelo, sacudió los restos de hojas que se encontraban enredados en su cabello y acompañado de un ligero gruñido, lo colocó en su espalda.
-Sabía que eras tú, no podía ser otro.
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En Tierra De Héroes
FantasyEsta historia relata las azañas de un héroe; o quizás no tanto, en un mundo de criaturas malignas, grandes ejércitos y mucho más...