El sonido del golpeteo constante de sus dedos sobre la mesa de madera comienza a extenderse completamente a través de la habitación.
El receso estaba a nada de acabar y Jay no daba señales de aparecer.
Mientras más impaciente estaba, más triste se sentía. "¿Que estoy haciendo? ¿Por qué actúo como si necesitara verlo desesperadamente?"
Sus mejillas se inflaron en un rojo cereza, mientras la tarde iluminaba frescamente su rostro con pequeños rayos cálidos. Perdido en su propia vergüenza, ignoró casi en su totalidad la forma en la que la puerta se abrió suavemente para cerrarse de la misma forma.
La respiración acelerada de Jay fue todo lo que logró atrapar su mirada. Ambos ojos se encontraron, pero cuando los pequeños de Sunoo viajaron a su pómulo observando que encima de un moretón violacio que anteriormente ya había ocupado lugar en rostro se encontraba otro de una magnitud mucho mayor, no dudó en alarmarse. Se levantó, para hacer contacto, pero el pelinegro lo alejó bruscamente.
"Lo siento, tuve un pequeño problema y tuve que escaparme de la dirección." tomó espacio, intentando no encontrase con las manos que intentaban atraparlo. Se ubicó pronto en el asiento que siempre solía ocupar y solo escondió su rostro entre sus brazos, totalmente frustrado.
Debido al rechazo, la mirada de Sunoo cayó bruscamente. Se ubicó también, moviendo sus dedos hacía el cabello del mayor con timidez.
Quería hacerlo, pero temía que volviera a alejarle. La inseguridad le estaba comiendo y pronto, sintió aquel familiar zumbido en sus orejas, obligándolo a apartar su temblorosa mano. "Tú, uh, Jay Hyung, ¿No se siente bien?"
Su voz, Dios, quería llorar por la forma patética que parecía sonar. Aquella agudez característica que se volvía más potente cuando la ansiedad lo estaba comiendo, logrando que la cabeza de Jay se levantara mientra su ceño se mantenía fruncido.
"No estoy de humor. Ugh, ni siquiera sé porque vine, debería irme." Se propuso marcharse ocasionado aquel espantoso chirrido que la mesa hizo al arrastrar el metal por el piso. Pero la manga de su suéter fue sujetada con fuerza obligándolo a no seguirse moviendo un centímetro más.
"¿Quieres que peine tu cabello con mis manos para que puedas dormir un poco?" susurró. Sus ojos cerrados debido al malestar que su estómago le otorgaba con aquel cosquilleo desvergonzado. "Yo- de verdad estaba esperando que tú, tú vinieras aquí para hablar. Pero puedo solo tocar tu cabello para que tu mal humor se vaya."
Las facciones de Jay, pronto, dejaron de ser duras.
Su ceño se desfrunció casi por completo y su cuerpo se movió involuntariamente de nuevo a su lugar. Pensó que quizá estaba siendo demasiado débil cuando se trataba de Sunoo.
Ellos eran amigos, pero él sabe que nunca antes había experimentado una amistad como esa. Rendido, casi vagando en una nube de somnolencia y estupor, se dejó caer mientra los pequeños dedos de Jay se enredaban en su cabello masajeando su casco con una delicadeza propia de alguien que solo sabe entregar amor.
Mientras caía en aquel esperado sueño, su voz sonó casi como una melodía inesperada para los oídos del contrario. "Eres muy suave."
Jay sonrió mientras el tacto se deslizaba hacía su mejilla y tocaba sobre ella como una dulce sensación de protección. Pensó en seguir actuando como si ya estuviese dormido, mientras escuchaba atentamente a Sunoo hablándole sin saberlo.
"Quiero hacer lo que papá hace cuando me lastimo a veces, pero no sé si sea correcto." Sus dedos tantearon varias veces sobre aquel pedazo de piel dañada con un temor palpable de tocar con una fuerza que produjera dolor.
Sin que fuese algo previsto, Jay sintió como algo hacía una presión inesperada sobre el moretón que yacía en su moflete. Se sorprendió tanto que casi hace un ademán moviéndose sin pensar en su dormitar fingido.
"Un beso te sanará, todo lo malo ya pasará." soltó, la pequeña rima en su boca tan tímida como disipada. "Estoy muy avergonzado, es un alivio que no estés viendo ahora."
Pero Jay entre abrió un poco los ojos para que la curiosidad terminara de extinguirse. Sunoo, aguantando una risa que quería formarse, inflando sus mejillas. Sus ojos cerrándose en el acto mientras parecía que no podía existir más rosado sobre su piel.
Sunoo, la combinación de colores, el clima, el arder de su mejilla en la que hace pocos segundos unos abultados labios depositaron un beso y las flores viéndose a través de la ventana creando una especie de fondo delicado, lograron que por un segundo, Jay se sintiera en casa.
♡
Ruidoso, fuerte e insensible era el ambiente afuera del pequeño mundo que Jay y Sunoo habían creado. SungHoon se mantenía con el semblante algo enojado por no poder encontrar a su mejor amigo en ninguna parte mientras el director avisaba a través de los parlantes de la escuela que quedaban apenas cinco minutos de receso.
Todos hablaban de la reciente pelea afuera del salón 3-B. Cuchicheaban bruscamentes a las espaldas de SungHoon mientras éste escuchaba, atormentado, como nombraban a Jay más de veinte veces.
Jay solo estaba defendiéndose de lo jodida que era la vida con él. Quería decirles eso a todos, quería gritarlo, pero de una forma u otra, no quería manchar su perfecto estatus en la escuela, se había esforzado demasiado por encajar y no estaba seguro de si quería derrumbar todo lo que había logrado a pesar de ser amigo de alguien tan problemático.
Está molesto con él, está enfadado a más no poder porque se mete en problemas y después desaparece. Quiere gritarle un par de cosas o solo quiere abrazarlo, aunque sabe que eso con Jay queda estrictamente prohibido.
Su primera regla es que odia profundamente que lo toquen.
O si, eso era lo que pensaba antes de asomarse en el aula de los cursos más bajos, solo para echar un simple vistazo esperando encontrarlo en el lugar. Y entonces solo lo vió,
Jay durmiendo mientras era acariciado por manos ajenas,
Jay moviendo su cabeza para obtener más contacto,
Jay feliz siendo rodeado por otra presencia.
SungHoon se nubla antes un nuevo sentimiento que si antes había atacado su pecho, ahora se apodera de él completamente. Cuando cierra la puerta sin ningún tipo de delicadeza, se encamina hacia los baños con la mente bloqueada.
Ignora los saludos que recibe al avanzar por el pasillo y se mete dentro del frío lugar embaldosado para mojar su cara con agua fría. Lo piensa, se hunde y pasa sus manos por su cabello.
La escena se vuelve a repetir en su cabeza; bonitos labios, rostro angelical y cabello rosado. Nunca antes había visto algo parecido en el lugar. Intenta indagar entre los nombres amontonados en su cabeza, luego recuerda a JungWon mencionando a su hermano,
Recuerda a JungWon mostrándole su foto.
Se detiene, murmurando solo para él ante la soledad en la que se encontraba. "Lo siento, JungWon, siento lo que voy a hacer."
Lo que sentía era tóxico, pero no podía soportarlo. Si él no había conseguido esa cercanía con Jay durante tres años de amistad sincera, no quería que nadie más consiguiera algo como eso.
Nadie podría si no era él.
•·•·•·•·•·•·•·•·•·••·•·•·•·•·•·•·•
Si te gusto, no olvides darle a la estrellitas grashas >3< ❤️
Autora original: /binnieblush ❤️✨ (gracias por crear esta maravilla 😭❤️)
Cualquier error con los nombres, pueden avisarme y yo lo corregiré de inmediato 👨🏻🍳

ESTÁS LEYENDO
💌 timid · jaynoo ✔️
Fanfiction¸„.-•¹°"ˆ˜¨ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ ¨˜ˆ"°¹•-.„¸ ⸙⛜⫺ Sunoo es suave, confortable y tranquilo, el lugar perfecto donde Jay puede reposar su cabeza y desfruncir el ceño. ⸙❥AUTOR/A ➜ binnieblush ⸙❥COUPLE ORIGINAL ➜ yoonmin ゚+:;;: 𝐂𝐎𝐔𝐏𝐋𝐄 :;;:+゚ ᯽ Jaysun / Jay...