☀️hogar

514 82 9
                                    

Camino a casa, Jay se encuentra casi temblando por el cansancio y la cantidad preocupante de café que tuvo que consumir durante su jornada de trabajo.

Parpadeó varias veces cuando se dio cuenta de que se estaba dejando vencer por el sueño. No podía dormirse, mañana temprano tenía un examen importante y debía ocupar hasta su ultimo suspiro estudiando.

Despeinó un poco su cabello, abrazándose a si mismo ante la fuerte brisa. A pesar de que el ambiente primaveral envolvía las tardes, la frescura de la noche seguía siendo tan helada como lo era en invierno. Sopló un poco de aire caliente en sus manos y sonrió.

De repente, recuerdos recientes de Sunoo y él en la escuela golpearon cerca de su corazón. Recordó cuando aún hacía frío y el menor venía cubierto hasta las orejas, sus pequeñas manos tenían unos guantes de lana tejida. El chico no sufría frío, su familia parecía ser un verdadero hogar acogedor, incluso JungWon, por mucho que le odiara, se veía profundamente pacifico al rededor de Sunoo.

Él también sentía eso cuando lo tenía cerca.

Sacudió su cabeza ante el pensamiento, como si aquel acto lo fuese a llevar lejos de su mente, enfocando su atención, entonces, en un pequeño mercado a pocos pasos de llegar a su casa que aún tenía las luces encendidas iluminando un poco más el pavimento y el lugar en donde se encontraba ubicado, su rostro se levantó y miró cuidadosamente dentro. Recordó que tenía un poco más de dinero que otros días, así que con algo de confianza se movió hacia el interior, frunciendo un poco su nariz debido al dolor que el frío le provocaba.

Estaba apunto de caminar al lugar de refrescos hasta que su mirada se giró a un espacio rodeado de bonitos colores llamativos y brillos resplandeciendo ante la tenue luz. Cuando se acercó, vio que se trataban de llaveros para colgar en el teléfono, no hizo nada durante varios minutos, estático en aquel lugar. Solo movió una de sus manos cuando se percató, de que colgando de uno de los tantos alambres, había un bonito adorno con colores pasteles y un pequeño oso de peluche, acercándolo a sus ojos para verlo más de cerca.

"Es tonto, ¿No? Que- que me gusten estas cosas." Sunoo miró hacía otra dirección mientras Jay tocaba el pequeño peluche colgando de su bolso. Este, sonrió un poco ante el rostro algo nervioso del contrario.

"Eres un mocoso tonto porque piensas que las cosas que te gustan son tontas." Ambos se miraron, pero esta vez, el pelinegro no dejó de sonreír. "Me parece lindo. Eres lindo."

Mientras Jay salía del lugar con una pequeña bolsa en su mano y un refresco en la otra, fruncía el ceño. ¿Desde cuando él se había vuelto de esta forma por sus amigos? Piensa sobre eso demasiado, quizá tanto, que mezclado con el cansancio diario hacen de su mente un frágil frasco de recuerdos.

Desde la ultima vez, había intentado ser tan precavido respecto a este aspecto de su vida. Sobre todo después de lo que pasó con JungWon.

Sin embargo, por más que intentaba mantener la guardia alta, no podía sacarse a Sunoo de la cabeza, ¿Qué clase de mala pasada del destino era esta? Primero, tener tantos problemas con JungWon hasta el punto de terminar con su relación sumida en el odio mutuo, para que luego, por razones desconocidas, conociera a su hermano y entonces formaran esta amistad que parecía que cada día se hacía más fuerte.

Jay de verdad lo pensó. Muchas veces, antes de atravesar la puerta del aula en la que siempre se encontraba con Sunoo, retuvo el aire preparándose para decir "creo que no deberíamos seguir juntandonos."

Pero no podía.

Incluso si cuando JungWon supiera sobre esto las cosas podían ponerse feas.

Él lo sabía, JungWon estaba lejos de ser la buena persona que aparentaba. Temor probablemente no era la palabra que caracterizaba sus emociones en ese momento, quizá podía estar un poco aturdido porque no tenía la seguridad de si JungWon estaba verdaderamente arrepentido por haber arruinado su vida escolar para siempre. Siendo honesto consigo mismo, no parecía ser el caso. Cada vez que se veían se lanzaban un montón de basura y Jay no podía evitar querer tirarse encima de él para molerlo a golpes.

💌 timid · jaynoo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora