Viviendo en el Castillo

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Luego del suceso de Moroha, está no comentó con nadie lo sucedido, pasaron días y el viejo Mioga se apareció ante Inuyasha diciéndole que tenía que ocupar su puesto en el Castillo que era de su madre, ya que en acuerdo con el señor Inu no Taisho y sus fieles servidores resguardarian el Castillo y administrandolo, así que a Inuyasha no le quedó de otra que ir con su esposa e hija y dejar la aldea, se despidieron de todos, en Castillo cada uno tenía sus funciones, ahora Inuyasha y kagome ponían más presión a Moroha ya que veían que su crianza faltaba completar, está se resigno aprendió a leer, escribir, clases de canto, tocar la flauta, el Salterio entre otros. 

Continuamos.....

Después de tiempo de aprendizaje exactamente dos años habían pasado, en ese tiempo kirinmaru no dejo de lado al Moroha, es más la relación de ambos se fortalecía sin pasar a mayores, claro que kagome sospechaba que su hija andaba enamorada pero no sé imaginaba quien era el susodicho...

Moroha: como te extraño, ya no deseo estar lejos de ti.

Kagome: te atrapé Moroha, ¿ De quién estás enamorada? ¿Cuéntame, no me tienes confianza?

Moroha: bien - dijo resignada ya que por su descuido su madre le había escuchado - si estoy enamorada, tarde o temprano te darías cuenta, solo el despistado de mi padre ni se cuenta - en eso Inuyasha se acercaba dónde estaba su esposa y Moroha.

Inuyasha: ¿de que no me doy cuenta? - decía intrigado.

Kagome: que Moroha me decía que no te dabas cuenta de sus progresos - respondiendo rápido sabía lo celoso que era su esposo con ella y más con su única hija

No Me Doy Por Vencido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora