Destino. |Thomas Sangster y Tu| HOT *Editando/Actualizando*

D O S

[...]

-¡Mamá ya son las 21:10 pm, llegaremos tarde y anularán la reservación!- mi hermano menor, Jason.

-Relájate Jay, mamá bajará en unos minutos-dijo cálidamente Kate, su gemela.

Si, mi madre es una mujer muy estricta, limpia y sobre todo muy bien hablada. Ella casi siempre se comportaba de esa manera con la mayoría de gente, pero con la familia era totalmente diferente; ella era cálida, dulce, y jamás nos castigaba por cualquier tontería.

Claro que...pues a mí ya no me castigaba, ¿están de acuerdo?.

-¡Dejen de presionarme! -respondió desde la planta alta-¿y bien?-dijo posando una mano sobre su cintura, recargándose sobre la barandilla de las escaleras.

-¡Guau!-exclamé admirando su vestido-mamá te ves muy hermosa, pero sin ánimos de ofender...¡no voy a casarme!-dije divertida.

Mi madre soltó una modesta risa.
-Hija, lo sé, simplemente quería verme bien esta noche-siguió riendo.

Su vestido tenía un corte acampanado desde las rodillas, y lo adornaba desde su escote en V hasta la cintura una hilera de flores blancas en olán.
Siempre había pensado que el azul marino le quedaba increíble a mi madre, así que esta noche, su vestido lo decía todo.

-Bueno chicos, ya vámonos-dijo mi padre después de halagar a mi madre, abriendo la puerta principal-Y (Tn)...tú conduces-escupió en un hecho.
-¡Claro!-dije con una sonrisa-espera...¿qué has dicho?-pregunté exasperada.

-Lo que oíste- ahora yacía en el asiento copiloto del auto.

-¿Y mamá?-le hablé desde afuera de la ventanilla-ella no merece ir en la parte trasera del auto.

-Sube al auto, (Tn)-ordenó con una media sonrisa.

-Papá yo no quiero conducir, ¿y si hago algo mal-renegué-es la primera vez que conduzco un auto con ustedes dentro y...-hice una pausa-bueno, la tercera, pero aun así juré no volver a hacerlo.

-Oh cariño, no te preocupes por eso, yo sé que tu puedes hacerlo, si no, ¿entonces para qué sirvieron los cursos de conductores primerizos?-dijo mi madre.

Suspiré pesadamente y subí al piloto.
-Ugh, aquí vamos.

Encendí el auto, y arranqué.

[...]

-(Tn), ¿podrías ir más rápido?, van a anular la reservación...-mi hermano Jason no dejaba de parlotear, lo cual me estresaba cada vez más.

-Jason, deja a tu hermana en paz, está conduciendo-mi madre lo sermoneó--podríamos tener un accidente.

«Accidente»

-Papá no, no puedo hacerlo...-dije con pánico apretando el volante después de salir a la autopista.

Sí, tenía miedo; miedo de cometer algún error una vez más, por más mínimo que fuera.

-Hija tu puedes, ya sabes conducir, simplemente debes quitarte ese miedo-me padre intentaba (a toda costa), calmarme.

Hace algunos años, cuando era niña, salí con mis padres a un paseo por el campo, fuera de la ciudad; todo estaba muy tranquilo en ese momento, pero de un minuto a otro, mi pelota había salido rodando hasta la autopista y yo salí corriendo tras ella, provocando un choque a mitad de la misma.
Aquel día había sido traumático para mí y mis padres. El hecho de observar cómo habían quedado aquellas personas tras el choque...fue terrible.

Y todo, simple y sencillamente, por mi culpa.

Absorta en aquel recuerdo, escucho el claxon de un auto acercándose cada vez más.
Me volví a mi derecha: un auto apunto de estrellarse contra mi padre.