V E I N T I N U E V E

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{Tn}
—¿Qué pasa?–preguntó al percibirlo. Me lleva del antebrazo cuando cierro la casa con llave.

Nostalgia me invade justo antes de que él responda.

—Vayamos a mi casa, anda.
—Thom, mañana tendremos que regresar a casa de mis padres...

Se dirige a mí al abrir la puerta del copiloto.

—Eso no importa–sus manos tiemblan sobre mi piel–vayamos a mi casa–repite.
Lo miro y ciertamente me molesta su actitud.
—¿Por qué no quieres ir amor?

—No me siento bien, es todo- mis piernas descansan al sentarme sobre el asiento de piel.

—Vamos, yo te haré sentir mejor ¿si?, quiero verte feliz (Tn).

Me desconcierto después de escucharlo.

—Soy feliz, Thomas–digo con brusquedad.
Y él sonríe, ocultando noséquécosa.
—Lo sé (Tn)...-Y cuando se acerca a mi rostro para besarme, no tengo voz para argumentar en su contra una vez más-pero sin ti, yo noque soy.

Estoy cansada.

(...)

—¿Tienes hambre?–me pregunta aparcando frente a la acera de un restaurante-bar.

Asiento con un gran suspiro y me quito el cinturón para salir del auto.

—¡Espera!–su exclamación me sobresalta y lo miro.

 Él sale del auto y lo rodea para abrir mi puerta con una gran sonrisa de satisfacción.

—Vaya modo de satisfacerme Thomas–sonrío.

—Anda que soy yo el que muere de hambre–me dice y cuando salgo del auto me acerca a sí desde la cintura.

—Mantén la calma, el restaurante está detrás de nosotros. El postre para el final...–le guiño un ojo.

Suelta una risilla y me mira con los ojos brillantes.

Y luego caigo en la cuenta de que jamás me había mirado de esa manera.

—Demonios, tu mirada es muy...profunda–digo y me río.

~¿Eso es lo mejor que puedes decir?~

«Shh»

Él me sigue con su peculiar risita y me guía hasta el interior del restaurante.

-Vaya, ¿no es que morías de hambre?

-Lo pediré a la barra, necesito beber algo, he estado limpio cuatro meses.

-¿Cuentas los meses que duras sobrio?-mostré desagrado-Thomas, ¿quién demonios hace eso?

-Humm...¿alguien que quiere divertirse esta noche?, vamos linda, relajémonos hoy-se acerca a mi oído-lo necesitas...

Lo miro con recelo, intentando descifrar su mirada, su voz y si realmente está pensando en mí para "relajarme" o solamente piensa en su sobriedad contenida de hace unos meses.

Al final, cedo.

(...)

Al cabo de unas horas, el restaurante-bar se convierte en "solamente bar" hasta las tres de la madrugada. Al parecer el barman es un buen amigo de Thomas y tiene algún extraño fetiche con llamar a cada chica que se le acerca "Muñeca"; cuyo, por supuesto, es muy molesto.

—¿Y cómo vas con tu muñequita, Thom?–le pregunta al parecer “Parker”.

—Oh, su nombre es (Tn), Parker–le dice y sonrío para mis adentros.

Destino. |Thomas Sangster y Tu| HOT *Editando/Actualizando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora