capítulo 2

311 16 4
                                    

-La verga mira quítate -. La muchacha con ojos perdidos y labios pálidos amplios se mordió una uña cuando su hermano, Carlos, se empujó junto a Celia, ambos estaban algo borrachos y ella debía regresar a más tardar las 12am, todo el barrio, la zona estaba en alerta, en realidad, en toque de queda, pero ella por primera vez desobedecía todo lo que le decía su madre, y en especial, hacía caso al 'vago de su hermano'.

-Ya jeba déjate, nos lanzamos para tu casa. Ve, y Flor se va donde mama, a que sí Florcita? -la muchacha con ojos perdidos y pardos tragó sintiendo el sabor amargo de la primera vez del alcohol y por primera vez sintiendo un extraño quemar en sus mejillas, en su cuello y su respiración. Quiso decir que no, que quería ir con ellos a seguir, que se sentía realmente a gusto justo cuando al iniciar se sentía rara y fuera de lugar, y debe admitir, con algo de miedo. -Ves? Si está dispuesta, sabe regresar sola.

-No seas burro Carlos y la dejas primero, después vemos que negocio -al fin, las pestañas de Celia se alborotaron con una sonrisa.

De verdad es que nadie sentía calor ahí? Sólo ella, la pobre Flor marchitandose?

-tata, me quemo, hace mucho lata el calor de aquí -habló ya cuando Carlos la tiraba con él rumbo a los callejones medio borracho, medio acelerado, medio puesto para procrear hoy sí, mañana igual.

-Mira esa ricura se me va a arrepentir así que muévete que no queda lejos, si mamá pregunta, llegué contigo, estoy durmiendo.

Flor medio aceptó pero antes siquiera de salir de la casa alguien dijo sobre polis moviéndose por ahí, así que tuvieron que correrse al centro de las calles, por zona San Isidro mucha gente se removia, el viento le movió el vestido corto oliva, sus ojos perdidos miraron las calles, luego una camioneta llevándolos, a Carlos, Celia y un montón de guanacos tatuados y con pinta de ser traficantes, todos flacos, y manejando con rapidez.

Por un momento se sintió más pequeña de lo que era, por un momento se sintió como un infante moviéndose por un mundo de adultos que no le tomaban sufiente en serio. Se sintió mal y de pronto deseó ser más que ellos y demostrarles que no tenía miedo a la rebelión actual en Cuba, en su natal Cuba, ¿por qué entonces no sentía arder sus venas como los demás cuando oía las estaciones de radio clandestinas?

Cuando una granada de gas se reventó por las llantas de la camioneta sólo supo que iba corriendo entre disparos y de vez en cuando voces dictando en inglés.

-Those jineteras are the fucking problem, these bitches rule the barrio.

Flor reconoció el acento medio cubano y luego extranjeros, seguro era una zona con militares cerca pero eso no detuvo que corrieran hasta llegar a un edificio plagado de más gente.

-Muchas de las mujeres andan ahorita reteniendolos, pero los soldados piensan que somos rebeldes.

La voz de Carlos habló a uno de ellos, de piel morena oliva claro, ojos acuosos color marrón hojas, su altura era algo superior al promedio en Cuba, apenas un poco más alto que Carlos.

-No mijo, estas chavas no van a pasar, las llevo con Mai.

-Pero Nas, Mai está con Daniel, no creo que.

-Entonces deja a la jebita y ve con los jefes, te la mando mañana, tenemos un negocio con un güero de un hotel.

Los ojos perdidos de Flor se movieron de su hermano a Nas, esos ojos le siguieron y ella tuvo que mirar otra parte tratando de calmar el dolor en su pecho y el repentino pánico que le entró al verse rodeada de gente armando fusiles. Cuando quiso hablar y decirle a Carlos que no iba a pasar nada, que ella sabía regresarse sola, Nas le miró y entonces Carlos movió la cabeza en una seña.

-Ve Flor, Nas te cuida.

Entonces Nas le tomaba del codo e iba saludando a medio mundo de flacos hasta otra camioneta, entonces vio la insignia, eran gente que cuidaba dinero de los ricachones de la Habana, una cosa como argot, lo sabía porque Tata le habló de eso una vez cuando estaba medio borracho medio estirando pata sobre la hamaca.

-Este tu tata no le pasa nada si andas quieta y no echas mucho pollo, ¿estás?

Flor se acojonó mientras hacía caso al tal Nas y su fusil, la borrachera se le fue al cabo entendió que la habían vendido, pero no entendió ni por qué, ni el propósito, todavía.

_____

N/A: perdonen el rollo medio perdido, pero todavía estoy dando cuerda a la trama, trato que tenga ese aire que me faltó al inicio del fic, si bien hay mucha jerga cubana, siento que así hace más coherente el hecho de que sea de esa nacionalidad nuestra protagonista.

¿Podría tener un beso para siempre?/Michael CorleoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora