Awkward Stories [ChanBaek/BaekYeol]

One sky in two worlds that seem alike I

♛ Pareja: ChanBaek. Menciones de SeulRene y KaiSoo.

♛ Género: Fantasía. Sobrenaturales. Cambiaformas. Omegaverse. Mpreg. Drama.

♛ Advertencias: Muertes de personajes secundarios, y posible drama cliché.

♛ Extensión: Fanfic. 10 partes.

♛ Resumen: Definitivamente el destino tenía formas muy raras de juntar a dos personas. Si a BaekHyun le hubieran dicho que una noche en reunión con sus madres encontraría a su compañero con el que podría pasar el resto de su eternidad, no hubiera sabido qué pensar.

Tal vez porque no estaba esperando encontrar a su compañero durante muchos años más, y si pudiera hacerlo, nunca se habría imaginado que no sería un vampiro... pero así era el destino a veces. Unía dos mundos diferentes bajo un mismo cielo... y torcía tus planes con tanta facilidad. Enemigos se volvían amigos, y los amigos...

Te dejaban redescubrir la vida que uno tenía por delante.

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La noche no era precisamente una etapa en el día en que los licántropos sintieran gusto de tener una reunión. Eran más diurnas, aunque tuvieran su culto a la Luna, sabía que no se vieron muy felices de saber que tendrían que congregar un grupo para hacer una visita a su Aquelarre.

BaekHyun creía que debía ser porque solían ir a correr por las noches. A los perros les encantaba aullarle a la luna, supuestamente para mostrarle su gratitud, por ser su diosa a la que le debían la vida.

Eso era divertido para él, porque no hacía eso, ciertamente su pueblo era de criaturas de noche, vampiros en palabras humanas, pero no por eso tenían por qué rendirle cuentas a nadie.

En el Aquelarre se manejaban mediante una monarquía. Ser una criatura de noche en sus palabras no era sencillo, mucho menos en el mundo moderno; aunque los humanos ya no los persiguieran con antorchas y estacas, eso no quería decir que no saltaran a matar si alguno de ellos se dejaba aparecer en su forma auténtica.

El Aquelarre funcionaba jerárquicamente, y al tener abastecida su comunidad con una casa sustentable, una protección que resguardaba su lugar fuera de los humanos curiosos, una buena relación entre ellos, oscuridad que les protegiera de los rayos del sol matutinos y suficiente sangre para alimentarse, era un excelente mantenimiento del poder. En medio de todo eso, no habían quedado aparte las alianzas. Alianzas con grupos cercanos, como las manadas...

Y aunque había vampiros descarriados, aquellos que no pertenecían a ningún Aquelarre y mataban humanos al azar, por su codicia de sangre fresca y más caliente, nadie tenían que ver con ellos; todos en su Aquelarre habían hecho un juramento: no beberían sangre humana, se abastecerían solo de la sangre animal. Por algo vivían apartados, en el bosque. Así nadie los hallaba, nadie sospechaba. No entendía emtonces con qué derecho venían los lobos a reclamarles haber fallado en eso.

Razón por la cual esa noche iban a reunirse.

Suponía que no importaba cuán bien intentaran mantenerse alejados de todo, nada quitaba que hubiera otros sobrenaturales al tanto de su existencia y quisieran echarles todo lo malo por ser... ¿cómo lo llamaban? ¿Muertos en vida?

Bueno, se equivocaban, porque no eran tal como los describían. Ellos no eran esos muertos en vida, enemigos de la luz solar podían resistirla. No iban a carbonizarse si los exponían, sí los debilitaba, los hacía sentir enfermos (por algo que siguieran prefiriendo dormir en el día y estar despiertos en la noche), pero eso no los hacía completos villanos de cuento como muchos sobrenaturales pensaban.