Capítulo 1

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Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto

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Estaba sentada sobre su cama, con las piernas recogidas a la altura de sus hombros y la cabeza gacha, pegada a estas. Sus mejillas estaban llenas de residuos de lágrimas, producto de haber llorado un par de horas antes. Sintió una profunda tristeza recorrerla desde la cabeza a los pies.

Su vista se clavó en la hoja que estaba sobre sus piernas, la cual estaba arrugada y húmeda por las gotas saladas que habían brotado anteriormente de su perfilado rostro. Se pegó al espaldar de su cama y soltó un suspiro de preocupación, mirando los resultados de su examen médico por enésima vez y recordando lo que el doctor le había dicho aquella tarde.

―¡Señora Hyūga, usted padece del Síndrome de Highlander!

Ella había abierto los ojos como platos de la impresión, de que tal afección esté en su cuerpo. Tenía una idea de a que se refería, pero quería escucharlo de las propias palabras del doctor, así que lo dejo seguir hablando. El viendo que se quedó callada, prosiguió.

―Debe saber que ese término no es reconocido a nivel mundial. Algunos lo conocen como síndrome X, pero básicamente se trata de la misma enfermedad, por decirlo así, que ralentiza el crecimiento del cuerpo e impide que este envejezca.

―¿Cómo dijo? ―Hinata tembló, porque sus sospechas parecían confirmarse.

―Que no va a envejecer, por un largo tiempo, no se sabe. Talvez nunca lo haga―El doctor levantó su mirada, viéndola directamente a los ojos.

Sus sospechas se confirmaron completamente.

Esto sería un cambio drástico en su estilo de vida, lo sabía, y lo que conlleva eso. Le había pasado lo mismo a sus ancestros, pero nunca pensó que le ocurría esto a ella.

―¿Esta bien? ― El doctor le preguntó, viendo que estaba perdida en sus pensamientos.

Hinata se dio cuenta de que se había quedado con la mirada perdida en alguno punto del despacho médico.

―¡S-Sí!... l-lo siento―tartamudeó, una característica de ella cuando estaba nerviosa de algo o alguien, pero en este caso es porque estaba preocupada enormemente. Respiro profundamente y encaró al doctor, queriendo saber con todo y detalle.

Sabía lo que era ese síndrome en términos generales, pero no todo, de cómo se origina, sus causas, síntomas, consecuencias. Necesitaba saberlo.

―¡Doctor Yakushi! ... Prosiga. Quiero saber todo sobre esto. ― Él se había quedado sorprendido por la determinación que había tomado, aunque se notaba que seguía nerviosa. Pensaba que iba seguir callada o retirarse lentamente con la cabeza agachada, porque esa impresión le había dado aquella mujer.

―Está bien, pero no le puedo decir mucho sobre este síndrome, ya que a pesar de ser descubierto hace varios años, no se sabe mucho sobre este. Muy pocas personas en el mundo la tienen. Es considerado una enfermedad rara, e incluso para muchos no es reconocido como una condición médica―Hinata asintió, entendiendo la situación.

―No importa. Todo lo que sepa―El doctor suspiró, ya que esto iba a ser una larga conversación. Miro al examen de laboratorio y luego a su computador, digitando unos datos para luego dirigirse a la paciente.

―Escuche con atención. ― Volvió a suspirar ―Todavía no se sabe cómo se origina este síndrome, pero muchos estudios apuntan a que es debido a una mutación genética capaz de retrasar el proceso de envejecimiento del cuerpo. Esta afección pasa de generación en generación y no siempre se activa en la siguiente generación. Es tan raro e inexplicable que puede aparecer hasta en la séptima generación―Hinata se había quedado asombrada por esto último―Le preguntó ¿Tuvo alguno familiar que haya padecido de esto?

No se debe hablar con Orgullo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora