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Habían pasado unas semanas desde la escena del arcade.
En ese tiempo Shuya iba compaginando la escuela, el trabajo y ahora intentar llevarse mejor con aquel chico peliblanco de pelo largo.

En esas semanas también se había hecho cercano a algunos miembros de la Toman, era algo que no se podía evitar porque iban hasta para hablarle sobre las hormigas a su trabajo.

Y en esas semanas, Sanzu aprendió muchas cosas de Shuya.
Sanzu llevaba una pequeña lista mental donde guardaba algunos datos del oji púrpura, por si acaso... Él decía.

Sanzu aprendió que a Shuya no le gustaba nada el silencio y por eso le llamaba para hacer charlas aleatorias.
O que a Shuya le encanta el contacto físico, ya que las veces que se juntaron a Shuya se le olvidaba lo que era el espacio personal.

Igual si hubiese sido de otra persona, a Sanzu se le hubiese cruzado un cable y le habría dado una paliza, pero con Shuya no se le pasaba por la cabeza, eso le confundía.

A aquellos dos adolescentes se les hizo común qué, el pelinegro al salir del trabajo, se quedasen en aquella azotea donde se vieron por primera vez fuera de la cafetería

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A aquellos dos adolescentes se les hizo común qué, el pelinegro al salir del trabajo, se quedasen en aquella azotea donde se vieron por primera vez fuera de la cafetería.

A veces se hacía demasiado tarde, sin embargo cada uno se iba a su casa.
Durante esos momentos, Shuya hablaba mucho y Sanzu simplemente le escuchaba hablar, Sanzu tardaba en ser hablador, y a Shuya no le molestaba llenar silencios o hablar por los dos.

— Y no te vas a creer lo que me contestó — dijo el pelinegro. — me dijo, me dijo atento, QUE DEBERÍAMOS CAMBIAR EL COLOR DEL DELANTAL DEL LOCAL PORQUE ES FEO PERO FEO FEO. — Sanzu emitió un sonido de sorpresa.

— Sí hijo sí, yo también me sorprendí por el mal gusto porque es que vamos, un poco más y le hacía así fium en la cara. —  habló Shuya mientras buscaba su teléfono.

Viendo la hora que era, y eso que tardaba sus buenos tantos minutos en llegar a casa, llegaría a media noche, hoy salió tarde del trabajo y para no dejar al peliblanco colgado decidieron ir a la azotea igual.

Coffee | sanzu haruchiyo x maleocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora