49.

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La voz de Alma seguía siendo como un eco frío en la distancia cada vez que hablaba con______, sin embargo ahora a diferencia de años atrás escondía cierta timidez que el hombre no sabía cómo interpretar, cuando se quedaban a solas la antes imponente figura ahora apenas podía mirar a los ojos a la nueva adición de la familia, una de esas tantas veces que los dos se encontraban de casualidad en la cocina por la mañana la señora dio el primer paso a hablar, con precaución se acercó a ______ tocando su espalda para llamarle la atención cuando el hombre se dio la vuelta esta tomó sus manos y comenzó a decir:  

- ______, te debo tantas disculpas. - Los ojos de Alma comenzaban a lagrimear, _____ quiso detenerla pero la mujer negó con la cabeza y continuó hablando. - Si he aprendido algo es que, en el pasado, me equivoqué. Tú tenías razón y no lo supe ver, yo solo quería lo mejor para los míos pero no me dí cuenta de que a ti mi familia te importaba tanto como a mi. 

- Alma, por favor, no es necesario. Yo también debo disculparme, mi manera de tratarte fue brusca, era joven y buscaba la justicia de todas las maneras, entiendo que pensarás que estaba entrando en tu territorio.

- Pero ¿Sabes que es lo que más siento? - Alma apretó las manos de ______ - Que te quité a Bruno. - Ahora los ojos que se volvían cristalinos eran los del hombre - Tiró del hilo de mi memoria y me doy cuenta de que todo fue mi culpa. No hice mi trabajo bien

- Sacaste adelante a todo el pueblo, luchaste desde el primer momento y no te detuviste, todavía no te has parado y - fue interrumpido.

- Pero sigo siendo culpable.

- Yo también me siento el culpable de todo, podría haber estado más tiempo con Bruno o quedarme alrededor o cualquier cosa. Cuando tu hijo desapareció yo también lo hice y nunca os ayudé, fui egoísta en todo momento. - Rompió en llanto. 

Alma soltó las manos de ______ dando por terminada la conversación y abandonando la cocina antes de ser ella quién comenzara a llorar, por mucho que se había abierto no estaba preparada a mostrarse vulnerable frente a él. ______, sin embargo, continuó llorando, había destapado el frasco de la culpa y era difícil taparlo. 

No tardó mucho en que alguien más apareciera por la cocina, en este caso era Agustín, que ya de buena mañana se había hecho daño y buscaba a su esposa pero al encontrarse con la imagen puso su recuperación para más tarde para abrazar a su amigo, sin preguntar ni vacilar. 

- Lo siento mucho, Agustín, lo siento. 

- No pasa nada, puedes llorar, no pasa nada.

El tiempo a tu lado. ( Bruno Madrigal x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora