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Casi un mes pasó desde la última vez que hablaron y Cristiano comenzaba a deprimirse ante la idea de no volver a hablar con él, por lo que sin ganas de estar en su casa se fue a la casa de Joaco para pasar el rato hasta la hora de la cena y así se distraía un poco, pendientes escolares  no tenía por lo que debía hacer algo para dejar de pensar en él sino se terminaría tirando de un puente, si, Cristiano cuando quería podía ser muy dramático, pero su amigo supo como alegrarlos en cuestión de segundos ya que apenas entró le dijo que estaba por pasar por él para ir hacia el aeropuerto para ver a Bastian. 

Al llegar como siempre había mucha gente y maldijo al no enterarse antes de que el hoy volvía porque de ser así podría haber venido antes y no estaría detrás de todas las personas que lo separaban de la vaya y le quitaban su mínima posibilidad de ser visto por este, enojado fue y se sentó a un costado, pero con lo que él no contaba es con que Bastian igual logré verlo al pasar por su costado y se preocupe por él, se detuvo un momento para decirle a Ignacio que le pida a su fotógrafo personal Merlín  que le sacará varias fotos y que después se la envié, siguió saludando mientras le sacaban fotos, tomó un par de regalos y se fue, pero a él no le importaba eso, a él lo único que le importaba era que esperaba encontrar al dueño de esos hermosos ojos celestes que lo intimidaban entre todas esas personas y que le muestre su hermosa sonrisa pero a cambio de eso lo encontró sentado a un costado y con la mirada baja, si no fuera porque había mucha gente y periodistas se hubiera acercado sin dudarlo pero no podía y eso lo tenía molesto.

Quiero a Cristiano en casa...- pedí antes de subir a la camioneta, Ignacio, Mauro, Robert y Agus me miraban asombrados.

Escuché bien?...- pregunta Mauro y confirmo, estos se miraron sin poder creerlo ya que llevo a mis amoríos al departamento no a mi casa.

Díganle a Merlín que les muestre quien es, no se como lo harán, si quieren hasta fingen un secuestro o hablen con él y corran el riesgo de que no les crea, pero no puede saber nadie, tomen..

Qué hacemos con esto?...- Ignacio me queda mirando cuando dejo un pañuelo en su mano antes de subir a la camioneta.

Tapen sus ojos, no quiero que sepa dónde vivo...- dicho esto cierro la puerta de mi camioneta, tiro su cabeza hacia atras y cerro los ojoa a la espera de que Mauro termine de dar las ordenes y lo lleve a acasa.

Una vez dentro fue directo al baño y se dio una ducha, luego le encargó la cena a Alana pidiéndole que haga algo más rico ya que normalmente Bastian seguía una dieta muy estricta pero hoy haría una excepción, al salir se puso ropa cómoda, un deportivo azul para ser más exacto y bajo justo cuando venía entrando Robert con Cristiano y este traía los ojos vendados, le hizo seña de que le saque la venda y se quedó en silencio a la espera de que lo vea, hizo lo que le pidió y este comenzó a mirar toda la casa, luego lo miro al hombre junto a él sin entender qué hacía ahí hasta que esté se hizo a un lado dejando ver a la persona detrás de él y Bastian no pudo evitar reírse de su cara al mirarlo.

Hola Cris...- este solo abría la boca como pez sin poder creer el tenerme frente a el, miro un momento a Robert y este asintió sonriendo antes de marcharse.

Es...eres...osea, ¿eres real?...- camino hacia mi y me tensó por la cercanía, solo pude asentir, Cristiano llevó una mano a mi mejilla para acariciarla y se me olvidó de como respirar.

- eres más hermoso en persona...- sonreímos, nos miramos unos segundos hasta que continuo  hablo.

- espero que no te enojes pero si lo haces nadie me sacará la satisfacción de haberlo hecho...

No enti....

No pudo terminar de hablar que fue callado por los labios de Cristiano el cual al ver que este no lo sacaba decidió hacer uso de su suerte y comenzó a mover sus labios lentamente hasta que Bastian los abrió un poco cuando esté pasó la lengua sobre los suyos, profundizó solo un poco el beso al no poder creer aún lo que estaba haciendo, contra su voluntad se soltó y para su sorpresa Bastian tenía sus manos aferradas a su remera a los lados de su cuerpo.

Mi amor imposible...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora