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Aproveche a sonreír ahora que no me veía al recordar ese día, a mi se me había dado por esconderme dentro de el mismo hotel para castigarlo porque no llego a la hora que prometió, Bastian al llegar y no verme se preocupó, me busco por todos lados y no me vio, eso lo volvió loco a tal punto de revolucionar todo el hotel para que después de dos horas aparezca como si nada, ese día me había escondido en la terraza pero es un detalle que él aún no lo sabe, cuando volví como si nada tuve que pagar por haberlo asustado de tal manera.

Esa noche fue el turno de Bastian de disfrutar de mi cuerpo por mi parte también lo disfrute como jamás imaginé pero es otro detalle que mi esposo no sabe, pero no porque no quiera seguir haciéndolo, sino porque me da mucha vergüenza como también me daba vergüenza pedírselo, es por eso que sonreía de espalda para que no me vea. 

Eran cerca de las diez de la noche cuando ambas familias comenzaron a dejar la casa entre risas y promesas de un próximo encuentro como seguramente pasará, las tres camionetas de Bastian salieron con diferentes rumbos al no vivir todos juntos y nosotros entramos felices, Bastian fue hacia la cocina para hablar con Alana, Mauro y dejar todo en orden mientras yo me fui al cuarto para ducharme.

Al salir me coloque un shorts ya que este traía boxer incluido y salí en busca de Bastian pero no lo encontré cosa que me pareció raro, salí al patio y nada, hable un momento con Robert y me dijo que este no había salido, entre a la casa para dirigirme al cuarto nuevamente y tomar el celular, al llamarlo este sonó detrás de mí, me giro y lo veo cargándose en su lugar de siempre, maldije tirándome el pelo hacia atrás.

Dónde te metiste ahora?...

Qué pasó Cris?...- miro hacia el costado y pude versu en el balcón.

Te estaba llamando amor, ¿dónde estabas?...

Aquí, me bañé en el cuarto de invitados y al venir no te vi, entonces supuse que habías ido por agua y decidí esperarte aquí...

Y porque en el de invitados?....

Porque tú debías esperar en la cama y ya listo...- su voz y su mirada cambiaron poniéndome nervioso. 

Bastian comenzó a caminar hacia mi haciendo que retroceda hasta caer en la cama, luego retrocedí sobre esta cuando colocó sus manos sobre la cama, cuando pensé que se subiría sobre mi me jaló de las piernas dejándome debajo de él, llevo sus manos a mis piernas para subirlas muy lentamente hasta que acarició mi hombría sobre la fina tela del boxer y aunque me moría por cerrar los ojos para tirar la cabeza hacia atrás no pude porque la mirada de Bastian no me dejaba.

Puedes cerrarlos bebé....- rara vez me llamaba de esa forma sin tener idea de cuanto me encendía, cerré los ojos tirando mi cabeza hacia atrás ya que mis brazos sostenían el peso de mi cuerpo.

- eres tan jodidamente sexy cuando te veo tan entregado...- comenzó a masajear mi hombría por dentro del boxer mientras besaba mi pecho, por mi parte abrí más las piernas al manejarse mi cuerpo solo.

Bastian...- estaba por hablar pero las palabras quedaron atoradas en mi boca cuando se tragó mi hombría.

Poco a poco me iba excitando cada vez más, solo volví a la realidad cuando el shorts abandonó mi cuerpo haciendo que abra los ojos un momento para volver a cerrarlo cuando volvió a lo que estaba, me dejé caer contra el colchón cuando colocó una mano en mi pecho para que lo haga, sus rodillas tocaron el colchón cuando mis piernas fueron levantadas para luego mi cuerpo estremecerse al sentir algo frío en mi entrada.

Luego le dejó lugar al placer cuando sentí uno de los dedos de Bastian penetrándome tan lento que mi entrada solo palpitaba pidiendo más, luego fueron dos y por último tres, para ese entonces ya tenía la mente nublada por el deseo a tal punto de que los dedos de él no eran suficiente, quería más, quería a mi esposo es por eso que decidí pedírselo.

- follame de una vez por favor....- la voz me salió entrecortada pero igual me entendió.

Sí jefe....- a los pocos minutos pude sentir a mi esposo penetrándome de forma lenta, cuando terminó se quedó quieto un momento antes de comenzar a moverse para entrar y salir despacio de mi.

Bastian quiero cabalgarte...- me miró sorprendido por el pedido y aunque no lo estaba mirando, se salió de mi y se sentó a mi lado en el preciso momento en el que me sentaba sobre el penetrándome solo, gruñí ante la sensación de tenerlo dentro, Bastian llevó una mano a mi nuca para acercarme y unir nuestras bocas y así me olvide del dolor.

Muévete....- comencé a subir y a bajar lentamente sin dejar de devorar su boca, pero mi velocidad aumentó cuando nuestras lenguas se encontraron y Bastian bajo la mano que tenía en mi nuca para masturbarme mientras que la otra mano sostenía el peso de su cuerpo.

Esa noche Cristiano descubrió que le gustaba demasiado ser penetrado por su esposo el cual por momentos era rudo y por momentos era tierno, mientras Bastian descubría que cambiar los roles de vez en cuando no estaba mal, por un segundo se le vino a la cabeza la imagen de ellos haciéndolo en una pileta e hizo una anotación mental para averiguar cuánto le cuesta hacer una pileta climatizada o buscaría una casa que ya la tenga.

La voz de su marido pidiéndole que sea más rudo lo volvió a la realidad, una donde solo se concentró en complacerlo para caer rendidos a los pocos minutos cuando Bastian termino dentro de él y este sobre el toalla que siempre tiene en el cuarto con el propósito de no ensuciar la cama, la deja a un lado y se acostó con Bastian sobre su pecho quedándose dormidos al instante. 

El resto de los días la relación de los chicos iba en ascenso no solo por lo sexual sino porque Bastian había hablado con su marido como le había pedido su padre y ahora se entendían mejor, su padre estaba muy feliz cuando lo escuchó a su hijo agradecerle por el consejo en una de las tantas tardes en las que volvieron a su casa para pasar el día.

Porque como le dijo a su padre, a su marido le encantaba pasar tiempo en familia por lo que iba a ser imposible no tener gente en su casa cada tanto aunque Cristiano siempre prioriza el trabajo de Bastian y su descanso.

Mi amor imposible...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora