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— Camilo, ven porfavor, necesito que ayudes a toñito con los globos — grito desde el otro extremo pepa esperando recibir respuesta de su hijo.

— Voy, ma —

Hoy era la celebración del compromiso de dolores y Mariano, todos se movían de aquí para allá arreglando los preparativos y decoraciones. La casita tenía que estar perfecta esta noche.

Niños corriendo mientras bailaban junto a Mirabel, Julieta preparando sus deliciosas arepitas, Isabela llenando de flores y colores el lugar mientras que Dolores junto con pepa veían el vestido terminando algunos arreglos.

— Sabes mamá.. Este es un día muy especial y.. — Dolores mordió un poco su labio inferior mientras que se dejaba caer en su cama.

— Que te preocupa hija? Hay algo que pueda hacer? — Murmuro la mayor esperando respuesta de su adorada hija, no entendía su tristeza cuando este día tenía que ser el mejor.

— Yo.. Quisiera que ella estuviera aquí, apoyándome. —

— Ella? De ninguna manera Dolores, deja de pensar en tonterías y termina de ponerte los zapatos que Mariano ya va a llegar —

Pepa salió de la habitación con una nube encima suyo y una cara de pocos amigos, no le gustaba recordar lo sucedido esa noche y lo que pasó días después.

— 🍍—

La brisa golpeaba débilmente mi rostro mientras mi vista se posaba en aquél bello pueblo del que alguna vez fui parte.

— Hoy es la boda de Dolores y.. Como me gustaría estar ahí.

Murmure mientras me dejaba caer en aquel pequeñito sillon intentando sostener las lágrimas que deseaban escapar de mis ojos.

— Yo no hice nada..

Tan pérdida estaba en mi mundo que el sonido de la Puerta abrirse hizo que mi cuerpo diera un salto terminando en el suelo.

— Isabela! Casi me matas de un paro cardíaco — Refunfuñe mientras sacudía mis ropas y miraba a la mayor con una canastilla en sus manos

— Perdoname ___, hoy es un día muy movido, los invitados, la decoración, la ceremonia. - explicó la Morena mientras se acercaba a mi con sus brazos estirados en forma de un abrazo

— como están todos? Bruno? Pepa?— pregunte mientras recargaba mi cabeza en su hombro, Isabela era la única con la que mantenía contacto, Ella se dio el tiempo de escucharme y creer en mi por lo que ahora estaba aquí, apoyándome.

— Estamos bien ___ aunque.. Deberías ir a verlo por tu propia cuenta, no puedes estar encerrada aquí toda tu vida.

- Isabela, sabes bien que yo no —


— No hay pretexto, estoy segura de que te recibirán con los brazos bien abiertos, así como a Bruno ¿recuerdas que te conte? — la mayor dejo algunas flores de color rojizo en mi cabello mientras intentaba animarme.

— Solo... Voy a pensarlo, es complicado.—

Isabela se levantó y dejó la canasta en la pequeña mesa mientras caminaba hacia la salida.

— Te traje arepas con queso de mi mamá, están muy ricas, porfavor come algo —

— Las favoritas de Camilo... — murmure llevando mis manos a mi pecho sintiendo mi corazón latir con fuerza "Camilo". Ese chico de pelo rizado y orbes avellana que me hacia sentir mariposas en el estómago.


— Bueno, me voy ___. Por favor piénsalo — Dijo Isabela para después cerrar la puerta y regresar al pueblo.

Volveria... Pero solo por ti Camilo, espero llegues a perdonarme —


—🍒—

" Que suenen los tambores! "

La noche había caído y con eso las luces alumbraban a la casita, la celebración por el compromiso estaba en el máximo esplendor, todos bebiendo y Bailando sin parar, la alegría y el ritmo del Milagro estaba hacia el cielo.

— Mirabel! Mirabel! — entre la multitud pasaba corriendo Bruno, su rostro se veía preocupado y cuando llegó a la menor la tomó de los hombros y la alejo del festejo.

— Tío! Que esta sucediendo! — se quejó mientras entraban al balcón donde ni la música o alguien pudiera interrumpirlos.

— Tuve una visión.. —

— Una visión? Tío no se de que estas hablan—.

— el pueblo esta en peligro, todo ardera en fuego y solo alguien puedo ayudarnos, yo la ví! —

Camilo quien iba pasando por la zona buscando el peluche jaguar de Toño ya que este lo había perdido no pudo evitar detenerse al escuchar a su tío y recargarse en la pared fuera del balcón sin que nadie lo viera.

— Tío Bruno.. Explicame con más calma que no entiendo nada.. Arder? ella? — Mirabel acomodo sus lentes intentando tomar atencion al contrario que hiperventilaba con nerviosismo.

— Okey, estaba en la Sala de arena cuando una visión me llegó, esta fue muy intensa y se podía ver a la gente correr, el Pueblo en llamas y en lo más alto de un risco una chica, específicamente.. ___

Camilo contuvo la respiración mientras por los nervios su don se alteraba comenzando a cambiar de persona. ___ había sido para el su lugar seguro, una persona en la cual confiar plenamente, claro.. Antes de que todo sucediera.

— Tío Bruno.. No creo que sea buena idea traerla al pueblo, ella.. Ya nos hizo bastante daño y yo creo que-

— Nada Mirabel! Estamos en PELIGRO. —

Bruno y Maribel salieron observando a Camilo que se encontraba en shock, antes de decir una palabra este ya había casi volado intentando escapar de las miradas.

— creo que.. Estamos en un error. — murmuro maribel para caminar en sentido contrario.

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El Ritmo del Milagro. (Camilo Madrigal. & __) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora