DULCE VIDA

CAPÍTULOS 345 Y 346

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CAPÍTULO 345. DORMIR CONTIGO
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En lo profundo de la cueva oscura, el fuego ardía, crepitando de vez en cuando.

Gu Rong se sentó junto al fuego, golpeando con un palo de madera, y no dijo nada estaba en silencio.

Fang Yan hizo la colcha, dio unos pasos hacía atrás y se arrastró fuera de la cama. Sacudió las manos y se puso de pie, se volvió hacia Gu Rong y dijo: "hermano Gu, la cama está lista."

Gu Rong no respondió.

"Hermano Gu, ¿no descansas?"

"Vete a la cama primero, yo iré después".

Fang Yan no dijo nada, solo obedientemente debería hacerlo.

Después de un rato, volvió a decir: "Pero quiero acostarme con el hermano mayor Gu."

"..."

La espalda de Gu Rong se puso rígida y estuvo en silencio durante mucho tiempo y finalmente se puso de pie.

No caminó hacia él como esperaba Fang Yan, sino que salió de la cueva.

Fang Yan preguntó apresuradamente: "Hermano Gu, ¿a dónde vas?"

"Echaré un vistazo afuera y recogeré algunas frutas silvestres", dijo Gu Rong sin mirar atrás, "Podemos usarlo como desayuno más tarde cuando nos despertemos".

Tan pronto como su voz bajó, unas manzanas cayeron del cielo a sus pies.

Los pasos de Gu Rong se detuvieron de inmediato.

"Hermano Gu, si no le gusta, tengo otras frutas." Siguiendo las palabras de Fang Yan, varias otras frutas de diferentes variedades cayeron, y Gu Rong se puso de pie y se detuvo. "Hermano Gu, ¿cuál te gusta comer? No tienes que salir es tan problemático, cualquier fruta puedo encontrarla".

Gu Rong tuvo que darse la vuelta.

Tan pronto como se dio la vuelta, se sorprendió. Vio que Fang Yan ya se había subido a la cama no sabía cuándo lo hizo. Justo cuando estaban hablando, Fang Yan ya estaba acostado en la cama.

Gu Rong guardó silencio.

Fang Yan también lo miró sin comprender: "¿Hermano Gu? ¿Por qué no vienes aquí todavía?"

Gu Rong se volvió más silencioso.

"¿Hermano Gu?"

Gu Rong volvió la cabeza apresuradamente: "Yo ... iré y echaré un vistazo afuera para ver adónde iremos mañana."

"¡¿Oye?!"

Antes de que Fang Yan pudiera detenerlo, Gu Rong salió corriendo.

Al ver su espalda desaparecer en la entrada de la cueva, Fang Yan retractó la mirada con pesar. Ajustó su postura, dejó a un lado la mitad de la posición y esperó a que Gu Rong regresara, y luego cerró lentamente los ojos. Escuchó el crepitar de un fuego ardiendo. Quizás estaba cansado por caminar demasiado hoy. Cerró los ojos y pronto se adormeció.

Gu Rong vagó afuera durante mucho tiempo.

Afuera, el cielo todavía estaba brillante. Encontró una gran roca y se sentó. Se sentó allí y observó el paisaje durante mucho tiempo. Mirando el paisaje natural, su estado de ánimo se calmó lentamente y algunos impulsos generados también se calmaron gradualmente.

Gu Rong se sentó durante mucho tiempo, no supo cuánto tiempo había pasado antes de que bajara la cabeza y se cubrió la cara.

Se acabó.