Toma Mi Mano "WOOSAN"

Capítulo 2

El primer día había resultado ser más difícil de lo esperado, pero Wooyoung se sentía satisfecho, después de todo, entablo conversación con una de sus compañeras, algo que ni en sus más locos sueños pudo haber logrado. Pero su día no terminaba ahí, debía de preparar la cena para él y su hermano que, si mal no recordaba, sus clases ya habían terminado hace unos 20 minutos y debería de estar por llegar, no quería preparar nada muy elaborado, reviso si tenía espinaca fresca para hacer una salsa, cuando logró encontrarla al final del cajón de la verdura celebró como si de un trofeo se tratará. Luego de echar a cocer los fideos y preparar la salsa de espinaca, escucho a su eufórico hermano entrar tirando su mochila al sillón, como era costumbre.

— Cuantas veces te he dicho que no debes tirar tus cosas al sillón Yunho, lo ensucias. —dijo mientras sacaba los platos para servir la cena.

— No empieces Wooyoung, vengo muerto. Hoy nos pasaron un montón de materia, ¡en nuestro primer día! ¿puedes creerlo? —explicó Yunho a su hermano mientras se levantaba y ayudaba a colocar la mesa.

— Te creo, no fuiste el único. Pero eso no es excusa para dejar tirado tus cosas, después de cenar quiero ver el sillón desocupado — le advirtió en un tono recriminatorio. Para luego llevar los platos a la mesa y sentarse a comer tranquilamente.

La cena estaba deliciosa, se notaba los frutos de largas noches estudiando y practicando una y otra vez. A su hermano al parecer también le gustó porque no paraba de comentar lo "deliciosa" que estaban los fideos junto la salsa, e incluso se repitió de plato ¿Quién lo diría? A Wooyoung le hacía muy feliz que su comida fuera del gusto de Yunho, esperaba poder cocinarles algún día a sus padres, pero como estos siempre pasaban viajando, las posibilidades eran casi nula. Su hermano se ofreció a lavar la loza mientras Wooyoung barría el suelo, ambos eran muy considerados el uno con el otro, eran muy cercanos como hermanos. Wooyoung mientras comenzaba a echar la basura a una bolsa se fijó en el gran cambio físico que tuvo su hermanito. Porque sí, para Wooyoung, Yunho siempre será su hermanito, aunque este ya este midiendo 1.80 y tenga mucha más masa muscular que él, pero aun así conserve una delgada figura, no por nada fue considerado el año pasado el estudiante con mejor físico dentro de su facultad, eso sin mencionar su perfecta dentadura y su cabello sedoso, aunque no le simpatizaba mucho el rubio que tenía ahora, lo hacía ver como uno de esos chicos malos de las series y Yunho era todo lo contrario. Pero para él siempre será su hermanito tierno y mimado que debe de cocinarle todos los días, no es que gustará de hacerlo, simplemente prefería cocinar él a que comprar una cocina nueva. Como lo tuvo que hacer hace unos meses atrás cuando Yunho "accidentalmente" quemo el horno de la cocina y quebró la parte superior de la cocina mientras preparaba arroz. Hoy en día Wooyoung todavía se seguía preguntando cómo fue posible eso.

Otro día, otro dolor en la espalda, Yunho cargaba con el peso de ser el más popular de su facultad y aunque para muchos eso era considerado algo bueno, para él era todo lo contrario. Nunca se ha considerado una persona demasiado ostentosa, ni que le guste llamar la atención de los demás, aunque para sus compañeros él era lo más cercano a una "celebridad". Ese día llegó junto a su hermano a la universidad ya que ambos tenían clases en el mismo horario, pero distintas facultades. Yunho era estudiante de artes y estaba cursando su segundo año, a pesar de sus 19 años, ha sido reconocido por su increíble madurez y responsabilidad con su carrera.

— Cuídate mucho Wooyoung, no olvides comer después de clases.

— Yo soy el hermano mayor acá, Yunho. Nos vemos en casa — sin esperar respuesta, Wooyoung emprendió camino a su campus, mientras Yunho se acomodaba los tirantes de la mochila y caminaba emocionado a tomar su primera clase del día.

Al entrar a su salón saludo uno por uno a sus compañeros como era costumbre, y se sentó al lado de hasta entonces, desconocido compañero que no recordaba haber visto con anterioridad. Sin pensarlo demasiado, decidió dar el primer paso y saludarlo.