Six es una chica de aproximadamente de once o trece años de edad tomó la decisión de darle una segunda oportunidad a su compañero Mono al haber destruido su caja musical, un objeto qué ella realmente apreciaba, pero esro no lo hacia solo por darle u...
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Habían pasado aproximadamente 2 horas desde que Mono se desmayo por usar ¿sus poderes?, ciertamente Six no estaba segura como los obtuvo o si ya los tenía desde que lo conoció, por ahora no podía concentrarse en pesar una posible respuesta.
Estaba muy preocupada por no recibir una señal de que aquel joven reaccionara, caminaba en círculos por toda la habitación en la cual se habían escondido.
Tuvieron mucha suerte de que él otro gemelo Chef no los haya visto, seguramente estaría ocupado en intentar reanimar a su hermano.
-Six, deberías descansar un poco, llevas un largo rato dando vueltas _mencionó el chico de sudadera azúl_
-No, quiero seguir esperando a que Mono se levante, ¿que tal si necesita algo?, ¿que tal si nos descuidamos?, ¿y si viene él otro monstruo? _pronunció preocupada_
-A pasado mucho tiempo y si Mono no reacciona es porque esta descansando, deberías hacer lo mismo _mencionó_ Si te hace sentir tranquila, yo haré guardia, cualquier cosa que suceda te lo haré saber.
-Pero... _pronunció_
-Por favor Six descansa, Mono estará bien y creme lo primero que él va a querer hacer es mirar que estés bien _mencionó con una sonrisa_
La chica no tuvo más opción que hacerle caso al contrario, se acercó junto con su amigo inconsciente y se arrecosto mientras poco a poco empezaba a dormirse.
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Transcurrieron ¿otras 2 horas?, aunque haya intentado recuperar fuerzas vaya que si se sentía cansada, apenas empezaba a tarllarse sus ojos sentía que alguien la miraba.
Giro la vista hacia él chico que anteriormente estaba desmayado, ahí se encontraba mirándola detenidamente.
-¡Mono! _mencionó la chica_
Rápidamente Six empezó a abrazar al chico de ojos oscuros mientras que éste correspondía.
-L-lo siento... _pronunció_
-¿Eh? _mencionó la de chubasquero_
-L-lo siento, v-volví a romper una promesa _pronunció triste_
-¡No!, no tienes porque disculparte, al contrario... _mencionó mientras se separaba de ese abrazó y lo miraba a la cara_ Me alegra que lo hayas hecho.
Lo observaba detenidamente, por fin podía ver ese rostro que tanto anhelaba poder descubrir, tenía los ojos completamente negros y algunos rasguños pequeños en la frente.
Fue pasando su mano por toda la cara de Mono hasta él punto en que llegó a sus mejillas, sostuvo con ambas manos él rostro del chico mientras se iba acercando poco a poco.
