Nuevamente escenas hot.
Contenido solo para adultos +18.
Narrador omnisciente
París, la ciudad de la moda os espera.
El sonido que provocan los toques de Trina a la puerta hacen saltar a Cami de la cama.
Esta asustada se despierta y busca a Joel por toda la habitación pero no lo encuentra, un mensaje en su teléfono le alivia.
Joel Grech
Muñeca me fui temprano para que nadie me viera saliendo de tu balcón, no te desperté porque dormías muy cómodamente. Que tengas un buen viaje, París te espera.
- Te voy a extrañar tanto, nisiquiera me pude despedir- la cara de tristeza era notable.
- Camila ya son las ocho, en cinco horas sale tu vuelo, recoge bien todo- la voz de Trina atraviesa las paredes.
- Esta bien madre- responde.
Se pone a recoger sus cosas y a preparar sus maletas, se da una buena ducha y después de vestirse y maquillarse un poco baja a tomar el desayuno.
- Buenos días hija.
- Buenas madre.
El ambiente estaba algo tenso.
- Tenemos una conversación pendiente- Cami agacha su cabeza- pero no la tendremos ahora, tu hermano ya viene a buscarte, así que termina el desayuno y ve por tus maletas.
Camila hace justo lo que pide su madre y cuando llega Art, baja con sus dos pesadas maletas.
- Te voy a extrañar hija- Trina le da un fuerte abrazo- Que tengas un buen viaje.
- También te extrañaré madre- le da un beso en la mejilla.
Sale de la casa en un taxi con Art, eran dos horas hasta el aeropuerto y ya había perdido mucho tiempo.
Una vez llega se despide de su hermano y se va corriendo, apenas faltaban unos minutos para que él vuelo saliera.
Arthur decide irse para que a Cami no se le hiciera complicado irse viéndolo a el ahí.
A mitad de camino se da cruce con el auto de Joel que conducía a toda velocidad rumbo al aeropuerto, así que decide virar.
Pasajeros del vuelo dos- cero ocho, hagan el favor de pasar.
La voz que alarmó a Camila que se encontraba sentada en los asientos de espera, ya casi media dormida.
Se levanta, toma sus maletas y camina hacia la pequeña cola que yacía a un costado de ella.
- Buenas tardes, permítame su pasaporte y su pasaje- habla la muchacha encargada de ello.
- Buenas tardes, tome- responde Camila.
- Muchas gracias, puede pasar.
- Gracias a usted.
- ¡Camila!
Alguien grita a lo lejos, no lo podía creer, esa voz la conocía. Inmediatamente su rostro tomo color y su corazón comenzó a latir más de lo normal, se gira y sí, efectivamente era él, Joel venía corriendo en dirección a ella.
- ¡Joel!- dice con la misma expresión de alegría que dijo él al ver que había llegado a tiempo.
Ella corre en dirección a él, este la levanta y le da un intenso beso.
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Forbidden
RandomA mis diecisiete años creía tener todo claro sobre mi vida, sobre mi relación, sobre mis gustos. Tenía claro mi pasado, mi presente y mi futuro, creía saber las diferencias de las cosas buenas y las malas. Pero lo que no tenía muy claro era los sen...
