Forbidden

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Camila Parker

Me despierto en la mañana con el más alto nivel de estrés que puede existir, mi mundo se volvió gris de la noche a la mañana y un solo nombre abunda en mi mente: Joel

¿Por qué a pesar de todo sigo pensando en él?

Es que lo amas aunque te cueste admitirlo.

Tomo mi teléfono y ocho notificaciones hacen brillar mis verdes ojos.

Joel Grech
• Hola Cami.
• Espero que estés bien.
• Mira lo siento, pero no sé como Art se enteró de lo nuestro.
• Vino ayer a mi oficina y me amenazó, nos dimos unos golpes y como quiera que sea lo entiendo, soy su amigo y lo que hice esta mal.
• Cami, por mucho que te ame creo que no podemos seguir con esto, no sé, pero no está bien.
• Te quiero y es en serio, se me hace difícil sólo pensar que no te volveré a tocar, que no sentiré más tu cuerpo con el mío, que tus labios no me volverán a besar.
• Te quiero Camila Parker y sé que tú también me quieres y por eso también sé que me vas a entender.
• Te diría que seas feliz, pero sé que lejos de mi te será imposible.

Mi mundo se vino abajo y es que Joel tiene toda la razón, es imposible ser feliz lejos de él, es que él es mi felicidad.

Tomo un pañuelo y seco las lágrimas de mis ojos me doy una ducha y combinando unos jeans apretado, una camiseta y mis nike negros salgo de mi casa rumbo a la de Deniss.

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-No puedo creer lo que me dices Cami- dice pasando suavemente su mano por mi cabeza- Tanto lío formado, tantas peleas por gusto, lo que tienen que hacer es dejarlos ser feliz y ya, si al final hermanos de sangre no son. Ya tu eres una mujer en unos días vas a cumplir 18 y Joel es mayor de edad, pueden hacer con sus vidas lo que quieran.

-Ojalá Art y Alli pensaran así, pero lamentablemente no- unas lágrimas amenazan con salir de mis empapados ojos.

- No llores mi vida -me da un fuerte abrazo -¿Y Trina que dice de todo esto?

Joder mi madre, no lo sabe y no debe saberlo.

-Ay Deniss tengo que irme, debo hablar con Art e implorarle que no le diga nada a nuestra madre.