XXV

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Pegó de un fuerte suspiro cuando su barco dejó el mar y tocó parte de la arena, significando que había llegado. Se quedaron en silencio un rato, solo se escuchaban los grillos

—Lip, llegamos— Le dijo tomando su hombro, esta iba mirando las estrellas

—Oh...— Murmuró dándose cuenta, miró al pueblo y luego los ojos de la peliazul que estaban atentos a ella

—Tenemos que dormir un poco— Avisó Jinsoul mientras se bajaba y le ofreció su mano

—Sí...— Respondió tomando su mano para bajarse

Jinsoul se le ocurrió la asombrosa idea de no soltar su mano para el resto del camino. Pasaron por la playa y luego fueron pasando por las calles hasta que llegaron a la casa de Jinsoul. Ahí entraron en silencio. Era bastante tarde y lo que más necesitaban era un buen sueño, no una vecina gritándoles

—Anda a dormir, yo me tengo que dar una ducha— Por cierto, Jinsoul tuvo otra caída a propósito al mar

—Claro— Respondió con una sonrisa, al tomar caminos separados, se fue a la habitación

Desde que llegó ha estado durmiendo en la habitación que era de Yerim, así que entró a esta sin ningún problema, hasta que vio a la menor ahí durmiendo, tirada, destapada y desordenada. Salió cuando la escuchó roncar, pero se arrepintió y volvió a entrar para taparla de nuevo. Hizo bastante movimiento y aún así, Yerim seguía bien durmiendo

Se tomó su tiempo y salió de la habitación sin saber qué hacer, se encontró a Jinsoul recién saliendo, con su pijama puesto que era una larga sola pieza, de tele delgada azul. Bastante rápida para arreglarse debía decir 

—Lip...— Susurró de su apodo al verla ahí —¿Qué haces aquí?, ¿Por qué no te vas a dormir?—

—Es que sucede que... Yerim está durmiendo en su habitación— Señaló a la puerta 

—Oh...— Y ahí se dio cuenta que iba con la ropa de pijama que acababa de comprar

—Voy a ir al sillón...— Fue interrumpida

—No, no— La tomó de su muñeca —Oye, no es con fines atrevidos, pero después de todo, no creo que te dé algo por dormir conmigo, literalmente solo dos o tres horas—

—Pero yo...— Una sonrisa nerviosa escapó de su rostro —El sillón no es mal...—

—Lip— La interrumpió una vez más —Es solo una vez, no te voy a dejar dormir en el sillón. Y no va a ser juntas, solo toma tu espacio, la cama es grande—

—Es que...— Volteó su vista, luego la devuelve a donde Jinsoul y termina sacudiendo la mano de esta con el agarre que tenía —Está bien, pero no me siento bien haciéndolo—

—Sea cuáles sean las razones para que lo pienses, está bien, pero es por esta vez y no quiero que duermas en el sillón. Ni sé cómo Yerim llegó allá, pensé que se quedaría con Haseul, pero parece que decidió volver— Dio una pequeña risa —Voy a dormir, tú solo entra cuando ya hayas ido al baño y más te vale que no te escapes—

—Sí, entiendo, buenas noches— Dijo antes de entrar al baño

Jinsoul se fue tranquila a la cama. Se sentó primero, sus pensamientos se fueron a otros lados, tomó una foto que tenía en la mesa de noche que era de ella y Yerim, la razón, solamente pensaba en los momentos que juraría crearle una familia feliz. Ya que, alguna vez le dijo a su hija que aunque sean ellas dos, sería suficiente

Dejó la foto donde pertenecía y prefirió ordenar las sabanas con tal de dormir. Al recostarse, cayó rápido sin darse cuenta

En unas horas más, sus ojos comenzaron a despertarse, su cuerpo se sentía cansado a pesar de dormir, todo debido al poco sueño. La luz del sol ya era en el pequeño pueblo. Todo en su rostro era una mueca de por qué su cuerpo le gustaba despertar siempre a la misma hora 

Castaway /LipSoul/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora