Castaway /LipSoul/

XXIX

Jungeun estaba en un debate con su mente. La verdad la decisión ya la había tomado, ahora pasaba que no sabía cómo hacerlo, cómo decirlo y cómo se sentirá

Jungeun iba a dejar la casa

Debía hacerlo, la casa no era suya y no era de la familia legalmente, ocupaba la pieza que le pertenece a Yerim. Gasta comida, agua, por suerte tiene un poco de ropa. No ha sido tanto desde que consiguió el trabajo y ella aporta un poco, pero Jinsoul se lo iba negando de todas formas

Además, su departamento estaba ahí, lo tenía allá en la ciudad. Estaba abandonado y debía volver para allá. Necesitaba aún aclarar cosas con su "desaparición"

Tenía todo en un bolso, lo que era suyo y era muy poco, así que alcanzó en ese espacio, solo le faltaba algo y ese algo era, encontrarse frente a frente con Jinsoul

Llevó sus cosas a la sala y las llevaba en el hombro, como sabía que Jinsoul llegaría de su trabajo, esperó por unos momentos, hasta que la puerta principal se abrió y apareció esta

—Qué bonito día— Comentó Jinsoul yendo a la cocina para lavarse las manos, luego volvió a salir a la sala

Jungeun se quedó parada en su lugar, la peliazul estaba muy inspirada llegando. Dejó su bolso y sacudió su mano, ahí se dio cuenta que Jungeun estaba con una presencia extraña, empezando porque estaba parada en el mismo lugar y todo ese rato no se movió

—¿Pasa algo?— Preguntó acercándose a ella hasta que estuvo de frente a ella

—Tengo que decirte algo— Confesó con una voz dulce

—¿Y qué es?— Su rostro lo acercó al de Jungeun, esta comenzó a pensar que si se acercaba cada vez más, se lo pondría cada vez más difícil

—Hoy me voy de vuelta a casa— Sus ojos se fijaron en los de Jinsoul que estaban en ella

—¿Cómo?— Se hizo la tonta —Esta es tu casa—

—No, esta no es mi casa. Tengo que volver al departamento— Explicó, una sonrisa se escapó de sus labios

—¿Por qué?—

—Me dijiste que no podría dejar la casa a menos que recordara de dónde vengo y mi nombre, ¿No?— Y eso es cierto —Bueno, ya recordé todo, sé dónde realmente vivo, necesito volver y reactivar mi vida—

—Ah, sí, casa— Y soltó una risa sarcástica —Esta es como tu casa, ¿No te gusta?—

—Estoy acomodada, me gusta, pero no la siento como mi casa—

—¿Por qué no?— Llevó las manos a los hombros de Jungeun y su rostro se acercó más rozando sus narices —Yo y Yerim te queremos aquí—

—Lo sé y yo también las quiero, pero al final, no soy de aquí— Explicó algo lastimada —No es un adiós por completo, Jinsoul. No. Te voy a estar llamando y nos podemos ver, quién sabe, puedo encontrar trabajo, invitarlas a comer seguido—

—Pero...—

—Jinsoul, nuestras vidas son diferentes. Estuve ya muchos años trabajando para estar donde estaba antes del incidente y como le dije a Sooyoung, te lo digo ahora, fue trágico, pero me dio una casualidad bonita que eres tú, no me voy a arrepentir de haber estado aquí, pero no puede ser para siempre— La otra la soltó y se quedó mirando con tristeza —Es una promesa que nos vamos a seguir viendo—

—Pero es una promesa— Le apuntó con tal que lo haga y luego le muestra el dedo meñique

—Te lo prometo— Le dio aquel apretón que sellaba la promesa —Ahora, debo irme— Se dio la vuelta pasando de Jinsoul