Jᴀǫᴜᴇ Mᴀᴛᴇ.. ♡︎ [Terminada ― Corrigiendo]

#13 ― Maratón 7/10

Palabras no hacían falta, porque los sentimientos sobraban.

Por falta de aire, debieron separarse. Por más que ninguno de los dos quería éso.

El azabache miró la reacción de nuestra protagonista para saber si encontraba una mínima gota de desagrado en su rostro. Pero al contrario. Estaba sonrojada dándole una muy bonita imagen a Ray. Él cuál maldijo por no haberse traído la cámara y tomar una foto de ella en ese momento.

Ambos se miraron a los ojos, esperando alguna respuesta por parte del contrario.

Ray suspiró.

Con una sonrisa tomo las manos de la peli____ para entrelazarlas. Y finalmente, tomar el valor de hablarle de sus sentimientos.

―¿Cómo haces para gustarme tanto? ―pregunto.

Aquello solo hizo que la chica a la iban dirigidas aquellas lindas palabras se sonrojara más. Tartamudeos salían de su boca por el nerviosismo que era en ese momento.

―Te quiero de una forma tan especial... Que no hace falta ni verte ni tocarte para poder amarte. No suelo decir estás cosas, así que lamento si sobe muy cursi. ―sonrío apenado.

TN aún estaba en un momento de trance. Y Ray lo entendió perfectamente.

―No sé si pueda esperar más a que me respondas... No tardes en contestarme y decirme que sí quieres ser mi novia...

Finalmente, la peli____ había reaccionado.

―Quiero llorar... ―dijo conmovida― ¡Y sí, si quiero!  ―se lanzó a abrazarlo.

Ahora ambos sonreían como nunca. TN estaba muy contenta y emocionada de que esto haya pasado, y Ray estaba de igual manera o peor.

Incluso lágrimas salieron de los ojos del azabache.

Abrazaba fuertemente a su hermosa novia esperando a que esto no fuera un sueño. Seguía sin saber de dónde había sacado tal valentía para poder declararse con aquellas palabras tan lindas siendo que él no era para nada así.

Y es que esa chica realmente lo tenía mal.

―Repasemos. Distraeré a mamá en el rato libre después de comer. Norman y Emma irán a explorar. Don, Gilda y TN,  coloquense dónde vean las ventanas del sur del segundo piso. Daré una señal si no puedo entretener lo suficiente a mamá. Avisen a Emma y Norman y cancelen la exploración ―hizo una pausa―. Quedan seis días para la huida, pero tenemos dos meses y medio hasta mi recogida en enero. Si sucede algo, cancelenla de inmediato. Tiene que parecer que nos tienen controlados.

―¡Ven a jugar, don!

―¡y tú, Gilda!

―¡Juguemos a las traes! ―dijo con entusiasmo el morenos a medida que iba con los más pequeños. Cómo siempre, perseguido y acompañado de una chica de anteojos.