ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ⁴⁴

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A veces me gustaba mucho jugar con fuego. Lo que estaba manejando en este momento no se podía decir de ninguna manera. No, esta fue realmente la historia de mi vida. Estaba haciendo algo que ninguna otra persona había hecho. Estábamos a punto de engañar a toda la comunidad de vampiros.

¿Quién podría decir que han hecho eso?

Podría hacerlo o romperlo. Esta fue la primera impresión que todos tuvieron de mí como vampiro. Mi aquelarre sabía cómo imponía la ley, pero ¿qué pasaba con el resto del mundo? No sabían cómo operaba. Nadie conocía el funcionamiento interno de lo que me excitaba.

Nadie más que mis compañeros.

La tensión se estaba acumulando dentro de los Volturi una vez más mientras nos preparábamos para nuestra marcha en Forks, Washington. Las cosas iban a ser diferentes esta vez. Tendríamos una audiencia esperándonos cuando llegáramos allí, lista para ver a los Volturi en acción. Nuestros aliados intervendrían si se volviera violento. Las personas no pueden atacar durante las pruebas a menos que sean atacadas primero. El Aquelarre Olímpico sería estúpido si pensara que romperíamos nuestras propias reglas.

En este momento tenía que dirigir un aquelarre y prepararme para el más grande que te jodan en toda la historia de los vampiros. Íbamos a hacerlos parecer idiotas frente a sus amigos y aliados.

Eso es lo que pasa cuando te metes con los Volturi. Puedes salir vivo.

Pero tu reputación no lo hará.

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Averiguar cuánta sangre necesitábamos para la fiesta posterior fue bastante complicado. No solo teníamos que contabilizar la sangre humana, también tendríamos que contabilizar la sangre de los animales. Todos serían invitados a la fiesta.

Bueno, todos menos Edward, Bella y Alice. Su hija podría venir si quisiera, pero dudo que el ego de Edward le permitiera dejarla pasar un buen rato con nosotros.

Presentarle a esta niña a nuestro hijo sería divertido. Apuesto a que con dos padres superdotados, el niño también sería superdotado. Estaba a punto de estallar la burbuja de la pequeña Bella y Edward. Si Helios no era el primero de su clase, ciertamente era el primer híbrido dotado en adornar el planeta.

"Cara mia, ¿obtuviste el recuento sanguíneo? Necesitamos conseguir eso pronto o de lo contrario podríamos tener escasez de sangre en la fiesta".

"No hay escasez de sangre. Agregué algunas bolsas más e incluso algo de O-. Quién sabe cuánto va a beber Emmett", mi compañero rubio asintió, tomando el portapapeles de mis manos. "Mucho alcohol con el que los vampiros pueden emborracharse. Nadie va a ir a la vieja casa de los Cullen. Todo el lugar está bastante tranquilo y en medio de la nada de todos modos".

"No creo que me haya emborrachado en siglos", reflexiona. "Debe haber sido cuando Carlisle se unió por primera vez al aquelarre. Encontramos a alguien con O- y pusimos nuestro alcohol en él. Fue entonces cuando todos nos dimos cuenta de que los vampiros de hecho podían emborracharse. Aro... oh Dios, apenas puedo recordar. Lo que sí recuerdo no era bonito. Creo que algunos de los guardias se unieron a las festividades. Aproximadamente la mitad de nosotros nos habíamos emborrachado por primera vez y fue un desastre".

"Fuiste el peor de todos, hermano", dice Marcus. "Dios mío, casi nos expusiste esa noche. Me alegro de estar demasiado deprimido para beber con todos vosotros. Quién sabe lo que hubiera hecho. La única vez que estuve borracho fue como humano".

"Nunca he estado borracho", lo admito. "Nunca me metí en el alcohol y esas cosas".

"Por supuesto que no. Eres demasiado inocente para las drogas y el alcohol. Nunca pensaría otra cosa. Nuestra reina inocente", Caius envuelve su brazo alrededor de mí mientras Marcus se ríe de fondo. "Pagaría mucho dinero por ver lo que haces mientras estás borracha, cara mia".

Recuerdos Rotos (Reyes Volturi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora