—Pido un poco de clemencia, mi señor, este invierno ha sido frío y duro para nosotros, hemos perdido una parte de nuestras casas y nuestras cosechas se han estropeado por la nieve —el hombre se hincó sobre sus rodillas, pegando su frente al suelo y extendiendo sus manos. —Ruego por su ayuda, mi rey.
El rey solo soltó un suspiro, tallando su frente con estrés mientras seguía escuchando al hombre suplicar —: Levántate —le ordenó, tan pronto su voz resonó en la habitación, el hombre se puso de pie y mantuvo su cabeza baja. —No puedo hacer mucho por todos ustedes, creí que tenían en cuenta que el reino está pasando por dificultades ¿Cómo siquiera tienen la osadía de pedirme tales cosas sin un poco de conciencia?
—Por favor, señor, no pretendemos abusar de su gentileza, pero hay gente muriendo allá fuera, de frío y de hambre. Muchos de nuestros niños están pereciendo, mi señor.
Escuchar todo eso solo hacía al rey temblar, el hombre que estaba enfrente suyo lo notó y tragó un poco de saliva, tomando eso como una mala señal, pero nada más lejos de la realidad, el rey no temblaba de coraje, temblaba de temor. Su reino no había estado debidamente preparado para el invierno frío que llegó en esa temporada, la escasez fue inevitable, sus cosechas se habían arruinado y eso había creado un gran declive en la economía del reino, porque esa era su única fuente de ingresos, el reino de Daeng no se caracterizaba por otra cosa que no fueran sus fértiles tierras que siempre daban las mejores verduras de toda la dinastía, y siempre había sido así, hasta ahora. Ahora tenía no solo a la corte encima, ahogándolo con la idea de que diera una solución pronto, también tenía al pueblo, que mandaba cada tanto a un representante para que les diera soluciones a sus problemas, este hombre que estaba frente a él, era el quinto hombre que llegaba en toda la temporada.
—Te daré cinco bultos con semillas, arréglenselas con eso —dictaminó, haciendo que el hombre frente a él diera una gran reverencia y se fuera de allí murmurando varios "gracias, gracias"
El reino de Daeng estaba en serios problemas, y todo el mundo lo sabía, el rey JooSeok estaba constantemente presionado por la corte y en el pueblo se empezaba rumorear que su reinado era el más débil que se hubiera visto en toda la dinastía. Él había pensado que el reino de Daeng podía ser algo más que solo un reino de tierras fértiles para la cosecha, por ello es que había empezado a impulsar la minería en su reino, pero fue un fracaso, muchas tierras fértiles se perdieron, no encontraron la cantidad de oro que esperaban encontrar y ahora solo había escasez en las cosechas, las semillas tampoco eran muchas y el reino empezaba a entrar en un hoyo negro.
—¿Alguna buena noticia? —entonces había visto entrar al mensajero a su palacio, lo había mandado hace unas semanas a uno de los reinos que esperaba pudiera ayudarlo, sin embargo, al notar la expresión seria en el rostro de su mensajero, sus esperanzas cayeron.
—Me temo que no, señor —dicho eso, extendió una carta, siendo su secretario quien la tomó primero y la abrió para él.
Otra propuesta rechazada.
—El rey habló directamente conmigo —nuevamente el mensajero tomó la palabra. —Dijo que no aceptaba la propuesta.
El rey no respondió, solo miraba la carta, que decía exactamente lo que el mensajero le contaba, que rechazaban la propuesta de matrimonio entre el príncipe HoSeok y la princesa YeRin, y no conformes con eso, también habían aprovechado para decirle que su hijo era un engreído haragán y antipático, y que, si eso llegaba a ofenderlo, podría declararles la guerra, ellos no tendrían problema.
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Rey de mi viñedo
RomanceEn el reino Wonsu habita el príncipe HyungWon, primogénito de los reyes Chae, quien ha crecido con la fama de ser un doncel maldito al haber perdido a su prometido en un accidente antes de contraer nupcias, lo cual ha entorpecido su busqueda de un b...