Acordarme de todos sus nombres es difícil, pero si, todos tenian nombres, no a todos les prestaba atención, esta claro eran numerosos, pero compartía un tiempito con todos cada vez que podia, esos días de infancia o plena juventud me traen recuerdos hermosos, pero a la vez amargos, no podías enojarte con ellos, te alegraban los días, si, eran sucios, algunos tenían cositas en la piel, no todos se vacunaban, el contacto con algún otro extraño los aterraba, odioba las peleas entre ellos, ya sea por territorio o si estaban en celos, me daba pereza y sobre todo asco tirar sus necesidades, peor si lo hacían dentro de la casa, pero eran mi responsabilidad, mía y de mi familia, ¿Y qué si eran sucios?, ¿Y qué si no tenía suficiente comida para alimentarlos?, amor no les faltaba, había enojos y momentos en donde queria abandonar todo, que desaparecieran de mi vida, pero como olvidar a Tom, el gato blanco con diferente color en los ojos, un lado celeste el otro lado verde claro, una maravilla de la creación, o de Pelusa, una gata negra con manchas marrón y gris en la piel, otra maravilla, ¿Y qué si no eran perfectos?, Cabecita, llamado así por que se había fracturado la parte de la cabeza, un gato angora, el felino más cariñoso y tierno, y como olvidarme de Bonita, la patriarca de todos, pura como Artemisa y madre de todos como Gaia.
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