IV. Mi Wilhelm, esta aquí.

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Simon.

─ ¿Puedes tomar el pedido de la mesa ocho por mí? necesito cobrar un par de cuentas. ─ Ayelén pone cara de puchero y yo simplemente asiento. ─ ¡Gracias, Sim! te debo una.

─ Me debes varias, mejor dicho. ─ Respondo, tratando de bromear un poco. Ella solo pone los ojos en blanco.

La cafetería nocturna esta algo vacía el día de hoy, no digo que suela estar muy llena en este horario, pero no lo sé, se siente algo solitaria. El azulejo del piso, que lleva un seguimiento de blanco y negro me hace recordar a un piano. Siempre me gusta llevar la vista hacia abajo para ver este, imaginando que voy tocando un piano imaginario con mis tenis.

Al llegar a la mesa número ocho, la cual está al fondo de la cafetería, alzo mi mirada, pero la mantengo fija en mi comanda, listo para anotar la orden.

─ ¿Listo para ordenar?, por cierto, bienvenido a la cafetería nocturna, esta noche lo está atendiendo Simon.─ Pongo mi mejor sonrisa para ver el rostro del cliente.

Y justo cuando bajo mi comanda a la altura de mis caderas, esa voz tan familiar retumba en mis oídos, casi de inmediato mi corazón comienza a latir de una manera de la cual tengo miedo que se salga de mi pecho.

Fijo mis ojos en su rostro y siento que me desmayare aquí mismo, sus ojos color avellana, pero con ese leve tono miel, me miran y se cruzan con los míos, teniendo el poder entero de borrar todo a mi alrededor.

Mi Wilhelm, esta aquí.

No, me retracto.

De inmediato borro ese pensamiento, él ya no tiene nada que ver conmigo.

Debo dejarlo claro.

─ ¿Está listo para ordenar? ─ Recuperando la postura hablo, modificando mi tono de voz a uno nada amable.

─ Yo, yo, no. ─ Wilhelm me mira confundido, tratando de entender mi comportamiento. ─ Simon, hola ¿cómo has estado? ─ El nerviosismo claro está en él.

Realmente se está esforzando para hablar.

─ Estoy bien, gracias. Y espero tú también lo hayas estado este tiempo, pero si no te importa ahora mismo estoy trabajando y no tengo tiempo para hablar. ─ Me da una sonrisa de boca cerrada, él vuelve a abrir el menú y lo ojea rápidamente.

─ Quiero un café de vainilla y una hamburguesa con papas, por favor. ─ Pone el menú sobre la mesa y lo arrastra hasta donde yo puedo tomarlo.

Apunto su orden, no tengo idea de cómo lo he logrado, pero he podido anotar todo con claridad.

Asiento, me doy la vuelta lista para irme lejos de aquí.

─ Y para que sepas, he estado de la mierda desde que te fuiste. ─ Me giro para verlo, y ahora su mirada es fría, la misma que ponía cuando algo realmente le molestaba.

"Yo también la he pasado mal, te he extrañado cada mañana al levantarme, cada tarde donde quiero caminar acompañado, cada noche donde tú me brindabas calor, te extraño siempre".

Quiero sentarme y decirle lo mucho que lo siento, lo mucho que me arrepiento de haberme ido, de hablarlo dejado sin respuesta alguna, pero no lo hago, no puedo arriesgarme a perder la única fuente de ingresos fija que tengo.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2022 ⏰

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||FIRST MAN|| ♔ ʏᴏᴜɴɢ ʀᴏʏᴀʟs ♔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora