diez

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Cinco días. Ese es el tiempo que Jaehyun y Doyoung han estado separados. Las noticias se han calmado
significativamente, Johnny y Chanyeol estado bajo
custodia por tres días. Ambos hombres intentaron
escapar de la ciudad, pero fueron atrapados en la frontera.

Jaehyun se la ha pasado contando las horas que restan para poder ver de nuevo a su encantador
Omega. Cada noche sueña con la piel de Doyoung, con sus ojos y su voz. Está a la deriva y Doyoung no
está ahí para llevarlo de nuevo a la costa. Está
nervioso, todo parece irritarlo. Le ha gritado a todos los meseros y taxistas que ha conocido, y ya no se siente mal por eso. Su lobo se ha vuelto loco. Cualquier esencia que no es la de Doyoung provoca que quiera llorar y atacar a todos los que lo rodean.

Cuando Jaehyun ve a Doyoung, él acaba de llegar a la estación de policía. Es la hora que prometieron y la noche es húmeda, como todos los días de agosto.
El Omega está vistiendo unos shorts de mezclilla y una chaqueta de cuero negra.

—Ha pasado un tiempo.

Jaehyun es cuidadoso y cierra lentamente la puerta de su auto.

—Así es—su lobo está tratando de salir a la superficie, luchando contra los nervios de Jaehyun
para tan solo tocar al Omega.

—He estado al tanto de las noticias—Doyoung dice, hay un tono agudo en su voz. —Los atraparon a los dos.

—Están trabajando para encontrar a todos los Alfas
involucrados y los Omegas están regresando con sus familias—Jaehyun entierra sus manos en sus muslos para evitar saltar hasta el chico de ojos azules. Sus ojos se desvían hacia la gran maleta que está sobre la motocicleta de Doyoung. —¿Te irás?—es una pregunta estúpida, él sabía que esto iba a pasar, ellos ya lo habían hablado. Habían repasado cada uno de los pasos del plan, habían conversado cientos de veces sobre esto.

Doyoung asiente.

—Sí.

—¿Dejarás Manhattan?

—Dejaré Nueva York—Doyoung dice, justo como lo hizo cuando crearon el plan.

—Te vas—Jaehyun repite, hay un silencio entre los
sonidos distantes de los coches. —Dejarás todo
aquí—Doyoung se va a ir, se mudará a otra ciudad. Dejará atrás su vida, su trabajo y los pocos amigos
que tiene.

—¿Qué dices?—Doyoung sonríe, subiéndose a su
motocicleta. —¿Vendrás?

Jaehyun pasa saliva con dificultad, regresando su
mirada a la estación. Las luces son cegadoras y hacen contraste con la oscuridad de la noche. El olor a humo llena su nariz.

—Girasol.

El Omega de ojos azules ladea su cabeza.

—Espero que recuerdes que no voy a regresar—sus labios lucen tan rosados debajo de las farolas. —Mi trabajo aquí ha terminado, Jaehyun. Esta sería la última vez que me verías.

Jaehyun siente un peso sobre sus hombros, juguetea con los anillos que adornan sus dedos mientras le lanza una mirada a la estación en donde Kun, el jefe y los dos Alfas convictos lo están esperando. Mira de nuevo a Doyoung, el Omega luce tan pequeño en esa motocicleta, pero posee una fuerza que lo vuelve débil.

—Mierda—Jaehyun maldice, tirando de su cabello.

—Te lo dije. Tuviste todo este tiempo para tomar
una decisión.

—Lo sé—Jaehyun dice con más agresividad de la que pretendía. —Espera, solo...—él lo había estado ignorando, permitiendo que la idea vagara por su mente. Ahora tiene que tomar una decisión y ya presiente que es lo que va a elegir, la decisión no está en la estación de policía.

Doyoung chasquea su lengua, admirando como un sonrojo se apodera de las mejillas del Alfa.

—Vamos, Jaehyun—su tono es burlón. —Sé lo que
estas pensando, todo lo que tienes que hacer es
decirlo.

Jaehyun suspira, detestando absolutamente como Doyoung puede leerlo tan bien.

—Nos podrían atrapar.

—¿Dudas de mis habilidades?—el Omega cuestina
con diversión. —No olvides todo el tiempo que me
mantuve bajo tu radar—sus palabras provocan que un gruñido se forme en el pecho de Jaehyun y Doyoung suelta un par de risitas. —¿El jefe puede
culparte de que un desconocido con una genial motocicleta corra a toda velocidad en esta calle?—Doyoung muerde su labio. —Quiero decir, solo estarás haciendo tu trabajo. Irás detrás de mi con tu auto, tratando de atraparme.

Es estúpido elegir a este brillante y tentador Omega en vez de su vida en Nueva York. Es un policía y debería entrar a la estación para ayudar con el caso
de Suh y Park, pero esa es la decisión inteligente. Jaehyun no es inteligente, él está hechizado por
Doyoung y ha estado así desde que se besaron por
primera vez en el club.

—¿Piensas que debería solo...—hace una pausa. —irme?

Doyoung lo llevó a un paseo salvaje en el momento que lo conoció, consumió sus pensamientos y se
apoderó de su corazón.

—Sé que no tenemos una etiqueta, nunca hablamos de qué lugar tiene nuestra relación, pero pienso que es correcto decir que estás tan comprometido conmigo como yo lo estoy contigo.

Jaehyun se para ahí por un largo tiempo contemplando su destino. Doyoung es esa adicción que no sabía que tenía y no tiene más remedio que
asentir. Acaba de escoger a un chico con sonrisa juguetona por encima de todo lo que conoce.

—Iré contigo.

—Sabía que lo harías—Doyoung dice con diversión. —Solo quería escuchar que lo dijeras.

El Alfa se recarga sobre su auto, una ola caliente corre por sus venas.

—Odio como me conoces tan bien.

—Pasé años leyendo a las personas, solo eres uno más de la lista.

—Eso definitivamente me hace sentir especial—Jaehyun comenta y baja su mirada hasta la placa que está sobre su pecho. —¿A dónde iremos?

Hay una larga pausa, el sonido de los autos y la
brisa de verano llenan el silencio.

—Tú sabes, Suh no es el único idiota que se aprovechaba de los Omegas—arrastra las palabras, prendiendo el motor de su motocicleta. —Sé de un tipo que vive en una ciudad de Europa.

—¿Otro?—Jaehyun pregunta, su corazón late fuertemente dentro de su pecho.

—La corrupción es la estructura de casi todas las
jerarquías—Doyoung dice lentamente. —La sociedad
está jodida, ¿Es eso una sorpresa?

Jaehyun se remueve, observando a Doyoung.

—No necesariamente, ¿Cómo sabes de este Alfa?

—Sin importar cuánto dinero tenía Suh, él carecía de seguridad. Fue demasiado fácil hackear sus archivos, así es como conseguí los nombres.

—¿Así que, segunda ronda?—el Alfa corre una mano por su torso, su dedo tocando su arma cargada. —¿Estás listo?

El Omega guiña un ojo.

—Pregunta estúpida, oficial Jung. Estás olvidando cuanto tiempo llevo haciendo esto.

—Controla esa actitud que tienes, Omega—Jaehyun bromea.

—¿Harás algo para arreglarlo?

Jaehyun tararea en voz baja.

—Pregunta estúpida, Girasol.

—Bueno, entonces...—Doyoung coloca el casco en su
cabeza, solo son visibles sus ojos azules. —Atrápame si puedes, Alfa—maneja su motocicleta a máxima velocidad, el motor hace eco por toda la ciudad durmiente. Jaehyun sonríe con complicidad, sube a su auto y prende la sirena de policía.

fin. ♥︎

don't call me angel # jaedoWhere stories live. Discover now