Epílogo.

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Wakabayashi bajó cuidadosamente a Tsubasa de su regazo para dejarlo sobre el sofá, acto seguido el ojiverde se levantó del lugar para arrodillarse frente al niño, tomó sus manos entrelazandolas con las suyas, miró fijamente al de ojos marrones, el mencionado se encontraba totalmente sonrojado, tenía los ojos brillosos y sus labios temblaban. Wakabayashi decidió hablar, era ahora o nunca.

─ Debo confesarte algo.

Tsubasa asintió lentamente.

─ Tsubasa, mi bella estrella, la luz de mis ojos, significas tanto para mi, me gustaría hacerte feliz todos los días, apoyarte en tus peores momentos, estar siempre para ti y que puedas verme como un amigo en el que confíes totalmente, pero sabes.. yo no quiero ser solo eso, me encantaría que seamos algo más, compañeros de vida, mejores amigos, una linda pareja, la mejor de todas, que todos nos envidien, el amor que siento por ti no puede ser un secreto. Tú, Tsubasa, eres mi amor, mi felicidad, mi ángel, mi príncipe, mi todo.. Por una vez en mi vida, no tengo que tratar de ser feliz. Cuando estoy contigo, simplemente sucede. Me gusta escucharte decir mi nombre, me gustan tus abrazos, me gusta tu inteligencia, me gusta como juegas, me gusta tu sonrisa. Eres un conjunto de maravillosas sensaciones que me atrapan y me tienen pensando en ti todo el día.

Tsubasa, ¿Me darías el bello honor de tenerte como novio?, ¿Podría ser yo, el chico afortunado al que le muestres cada una de tus lindas sonrisas?

Tsubasa se lanzó a los brazos de Wakabayashi abrazándolo, este correspondió totalmente feliz.

─ Wakabayashi.. esto es un sueño hecho realidad, te quiero tanto.. tanto que sí, sí me gustaría que fueramos novios. Amo tus palabras, tu personalidad, tu manera de hacer absolutamente todo, estoy seguro de que ambos seremos felices si estamos juntos porque tú eres el chico al que amo, eres mi media naranja, mi alma gemela, estoy enamorado de ti, no ocultaré más este sentimiento, prometo estar siempre para ti, pase lo que pase. Sabes, estoy tan feliz de que este amor que siento por ti sea correspondido, no puedo evitarlo.. simplemente me gustas, me gustas mucho, demasiado..

─ Tsubasa, te amo.

─ Te amo, Genzo.

Genzo tomó el mentón de Tsubasa con una de sus manos acercándose a su rostro para unir los labios propios con los contrarios en un cálido y largo beso. Al separarse, ambos conectaron miradas y volvieron a abrazarse, el más pequeño escondiendo su rostro en el pecho de su novio y el portero acariciando sus lindos cabellos. Era el mejor día de sus vidas.

...

La pareja caminaba de la mano por las calles de Shizuoka, hasta que un individuo no invitado apareció frente a ellos.

No.. puedo.. ¡creerlo!

Exclamó Ishizaki casi llorando.

¿Ishizaki?, ¿Qué haces aquí?

─ No hablemos de eso. Mejor, dime, ¿Ya son noviecitos? ¡Que lindo! Siento que voy a llorar, lo juro, que rápido creces, Tsubasa.

─ Sí, ya somos novios.. pero, no llores, Ishizaki, pronto encontrarás a alguien que te ame tanto como yo a Wakabayashi. ─ respondió abrazando al portero que no dejaba de sonreírle.

─ Es cierto, Ishizaki, pienso yo que podrías hacerte novio con alguno de tu equipo, digo nada más, pero eso sí, olvidate de Tsubasa, el ya es mío.

─ Tonto, claro que no me gusta Tsubasa.

─ Más te vale, estás advertido.

─ ¡Pero que celos! Esta parte de ti nunca la había visto, porterito engreído, me caes mal.

─ Cállate, si sigues con ese humor, puede aparecerte un pelo en la sopa.

Tsubasa comenzó a reír cubriendo su boca con una mano.

¡Tsubasa! ¿Estás burlandote de mi? ¡El presumido ya te contagió!

─ ¡No me llames así, Alfajor de Maizena!

─ ¿Y tú por qué me llamas así?

─ Porque se te ve el coco por encima.

─ ¡Ya, chicos! Dejen de insultarse de esa manera. ─ gritó el más bajo.

─ Bien.. lo que tú digas, mi príncipe.

─ Lo que él dijo. ─ Ishizaki rodeó los ojos.

─ ¿¡Estás llamando a Tsubasa, "príncipe"!?

─ ¡Claro que no, estás loco!

─ ¡CHICOS, SILENCIO LOS DOS!

Tanto Wakabayashi como Ishizaki saltaron del susto por el grito de Tsubasa, nunca lo habían visto enojado, era algo que los asustaba. "Tierno." Dijo Genzo en su mente.

Lo siento, no quise gritar, es solo que ustedes no dejaban de pelear y..

─ Tranquilo, Tsubasa. Mejor vamos a ver a los chicos, ahora mismo están entrenando, ¿ustedes dos venían a eso también?

Tsubasa asintió mirándolo.

Genial, entonces, vamos.

Los tres chicos comenzaron a caminar para poder ver a los demás entrenar, la pareja vió como Ishizaki se adelantaba asi que el más alto de estos aprovechó para tomar el mentón de Tsubasa y depositar un dulce beso sobre los labios del mismo escuchando una pequeña risita por parte de su príncipe, a él le encantaba darse besitos con su novio.

Te adoro, Tsubasa.

─ Yo más, mi amor.

Ambos siguieron su camino abrazados, Wakabayashi rodeando la cintura de Tsubasa con un brazo y el otro apoyando su cabeza en el hombro de su novio.

...

Todos los días era felicidad para los dos chicos, Wakabayashi siempre le daba rosas a Tsubasa, y el mencionado cartitas de amor para el portero. Aunque en el campo fueran vistos como "Rivales", esto no les impedía amarse a escondidas. Algo que el público nunca notó, es que la pareja se dedicaba goles, sonrisas y victorias. Después de cada partido, iban al parque y miraban sus reflejos en el pequeño lago que había allí, sea donde sea, siempre se demostraban su amor, de una manera única que solo ellos conocían.

Experimentaban, se divertían, reían, lloraban, jugaban, todo, absolutamente todo lo hacían juntos, se amaban tanto.

No cabe duda, ellos son un claro ejemplo de que puede existir un..

Amor de rivales.

FIN.

Amor de Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora