★ 2 ; morita

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Las ultimas semanas habían pasado tan pesadas que Jay necesitaba un buen descanso.

En primera: los exámenes habían sacado toda la paciencia de su cuerpo, ingiriendo cantidades masivas de café y chocolate, todo para permanecer despierto durante las noches, en segundo: había tenido que dividir su tiempo entre estudiar y asistir a las peleas que habían sido programadas para su agenda, lamentablemente no podía echarse atrás pues estas habían sido programadas incluso antes de que sus roles de exámenes salieran a la luz, y por ultimo-pero menos importante- Sunoo seguía ignorándolo, trataba y trataba de conseguir hablarle aunque sea por un micro-segundo pero nunca lo lograba siempre le evadía y cortaba con la frase "si no es algo de la biblioteca, por favor no me hagas perder el tiempo", pasaba un par de horas en la biblioteca hundido en libros y silencio pacifico, constantemente observando a Sunoo, pudo notar que tenia una pequeña rutina donde sonreía un par de minutos cuando el mismo peli-rosa venia a visitarle y dejarle una lonchera, a veces envidiaba que el chico tuviera la atención de Sunwoo.

Al final se había dado por vencido, había dimitido de su plan de acercarse por si solo a Sunwoo y conseguir por lo menos su numero, el chico era tan difícil que tenia que recurrir a la ayuda, aunque no quisiera.

Tenia que recurrir a Jungwon pues el peli-morado había sido a la única persona que observo que era cercana a Sunwoo.

Había escuchado hablar sobre Jungwon un par de veces, sobre todo por sus amigos que se veían encantados por todo lo que era el peli-morado. Lo había observado de pasada en la cafetería o en el campus, no sabía cuál era toda la maravilla que las personas hablaban de él. Era lindo, si, muy lindo, pero no veía todo el brillo que las personas decían que destilaba.

Tal vez era por la apariencia tierna del peli-morado, pues constantemente se veía como un adorable hada, siempre vestido de forma elegante y tierna, siempre con una sonrisa en el rostro y aquel brillo en sus gatunos ojos. Pero Jay no veía aquel brillo que tenia a todos babeando, solo veía a un simple chico de cabellos púrpuras que se vestía adorablemente.

—Bien ¿ya estás listo para conocer al pequeño Jungwon?—Preguntó Sunghoon mientras frotaba sus muslos denotando nervios.

Jay soltó una ligera risa mientras se recostaba sobre el sofá y se sentaba de una forma autoritaria, casi ocupando el espacio personal de Sunghoon.

El par de amigos se encontraba en el salón de descanso, agradecían al comité estudiantil que hayan hecho algo bueno por todos, pues podían sentarse a procrastinar en las horas libres o bienterminar alguna tarea y tal vez jugar algo ahí dentro, ahora mismo Sunghoon y Jay lo usaban de la correcta forma, sentados disfrutando la comodidad del sillón, esperando a la persona que vendría.

—Te vas a mear si sigues así de nervioso.-Hablo mientras miraba con burla a su amigo.—Solo es Wonyoung hombre, ya la has visto un millón de veces.

—Déjame.—Golpeó el costado de su amigo.—Ella me gusta, por eso me pongo así.

—Te encaprichaste con la niña.

—Tú también te encaprichaste con Sunwoo, no me jodas.

Si y no. Pensó.

Sunwoo le atraía y mucho, pero no de la forma en la que Sunghoon babeaba por Wonyoung, era simplemente diferente. Mientras que Hoon se ponía todo tímido cuando la presidenta de la clase aparecía, Jay trataba de coquetear a toda costa con el bibliotecario. Era un encaprichamiento diferente: el de Hoon era mas tierno e incluso romántico y el de Jay era pasajero hasta que pudiera tener a Sunoo.

Como siempre pasaba.

—¿Que rato vendrá?—Pregunto impaciente.

—Ya debe de estar en camino.—Sunghoon saco su celular y miro la hora.

𝐂𝐈𝐆𝐀𝐑𝐑𝐎 𝐀𝐂𝐀𝐑𝐀𝐌𝐄𝐋𝐀𝐃𝐎 ꩜ 𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍 ᰔᩚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora