¡Quema esta carta!

Las lágrimas del Asylum

—¡¿No eres calvo?! —Fue lo primero que gritó Naib, después de que la conmoción inicial desapareció.

—Mira quién habla.— respondió Jack.

—Espera, ¿qué significa eso? Por supuesto que no soy calvo.

El Ripper negó con la cabeza, y decidió que era mejor no decirle al Mercenario que cuando entró en la mansión por primera vez, todos los cazadores pensaron que llevaba capucha porque era calvo.

—No es nada.—Miró hacia otro lado.

—Eso parece tan sospechoso... Uff como sea, ¡Ese no es el punto de todos modos! ¿Por qué te ves así?

—¿Te gusta?

Naib lo mira como si fuera capaz de disparar dagas con los ojos. —Jack.

—Está bien, está bien. Supongo que debe ser extraño para ti ver mi forma real.

La boca de Naib se abrió con sorpresa, es difícil creer que esa fuera la apariencia real de Jack.

—No suelo usarla demasiado, por razones de juego, el dueño tiene el poder de cambiar la apariencia de los cazadores durante las partidas. De esta forma nos vemos más atemorizantes y nos adaptamos mejor a nuestro papel.

—Espera, ¿entonces Hastur no es un pulpo gigante?

—No, él realmente sí es un pulpo gigante. Hay algunas excepciones.

Naib asintió lentamente, es estúpido, pero tiene sentido. Después de todo, es consciente de que algunos de los cazadores están relacionados con otros supervivientes, por lo que tenían que ser humanos. Es muy extraño para él imaginarse a Jack luciendo como algo más que el alto cazador con garras, con un rostro borroso, una sonrisa malvada y una máscara blanca.

—¡Aún así, eso no explica por qué me besaste m-ngh!— Naib intentó ponerse de pie, pero sus piernas se rindieron y volvió a caer sobre su trasero con un gruñido. Su cuerpo aún no se ha recuperado del impacto del tren.

Jack observó al mercenario. —¿Necesito una razón para hacerlo?

—¿Hacer que?

—Besarte.

Naib sintió que se le quemaba la cara, ¿A qué diablos está jugando Jack? Había estado más raro de lo habitual durante los últimos dos días.

—Ah... ¿estás Jugando conmigo incluso cuando estoy así? Realmente eres un sociópata.

Apenas se notaba, pero el Ripper pareció molesto por un segundo después de escuchar las duras palabras de Naib. El mercenario está muy seguro de que todo es solo un juego. Bueno, para Jack definitivamente lo era, pero de alguna manera aún así le molesta ver cuán claramente Naib rechaza la idea de que él se tomara en serio el beso.

Jack debería haberle dicho a Naib que sus acciones no han sido solo una broma, pero es demasiado orgulloso para admitirlo.

—Sí, me estoy metiendo contigo. ¿Y qué? Sabes cuánto me encanta burlarme de ti. —Dijo en cambio, con una sonrisa arrogante.

Naib soltó una risa de incredulidad. —¿Ves? Lo sabía.

Naib se preguntó si Jack también habría intentado besar a Margaretha, Fiona o algún otro superviviente que se sintiera atraído fácilmente por su encantadora fachada. Frunció el ceño ante el pensamiento. Para que jugara con los sentimientos de alguien así, ¡Jack era realmente un idiota!

—Tu aturdimiento podría haber funcionado con algunas mujeres, pero no funcionará conmigo. Intenta besarme de nuevo y te daré un puñetazo en la cara, la original.