Capítulo 0: prologo

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Soy un otaku normal de 20 años, vivo en Colombia, con un trabajo normal en el supermercado que queda cerca de casa.

Mi apariencia no era la mejor de todas, no estaba al extremo de ser una persona gorda pero aun así se podía notar un poco la barriga, tengo piel morena notándose la gran exposición del sol, pelo negro siendo un poco largo y ojos negros. una apariencia totalmente normal no había nada destacable, en conclusión, tu típico otaku promedio. A pesar de mi apariencia algunos pensarían que no me baño todos los días, pero, si... me baño todos los días.

Me encuentro caminando cerca de mi casa, ayer fue muy agitador. Como trabajo en un super mercado, hay algunos días mas tranquilos que otros, pero ayer... fue muy agitado, era día de descuentos, así que las mamas acudieron en masa, ese día pomo pueden comprar cosas que no podían costárselos en días anteriores por su precio elevado aprovecharon – Nunca pensé que las mamas fueran tan agresivas – con solo pensar el día anterior me daba dolor de cabeza, así que la única manera que pude  aliviar mi agotado cuerpo por lo ocurrido en el día anterior, fue caminar al parque mas cercano.

Nunca mostré un interés particular por ese lugar, había árboles, uno que otro columpio y una especie de combinación de cancha de futbol y cancha de basquetbol. Solo estaré en ese lugar por un rato y volveré a mi casa para seguir viendo animes. Mientras caminaba me detuve rápidamente al tener una leve incomodad con el calor, me fijé en el cielo azulado que apreciaban mis ojos, ahí estando el sol brillando como siempre, solo que hoy en particular hacia mas calor de lo usual.

"supongo que estaría bien si compro un helado" murmure un poco preocupado por regresar a casa mas cansado de como estaba inicial mente.

De pronto en medio del abrazador sol. Escuche unas voces, al parecer están pelando por el tono implementado. Como estaban en la dirección en donde iba no podía evitar escucharlos discutir. No era mi problema así que trate a la mayor medida no involucrarme, aun así, no podía evitar escuchar su conversación.

"hija no te alejes mucho de mí, puede ser peligroso"

"pero paaaaaa quiero correr"

Cuando doble la esquita me encuentre con la típica familia, padre y madre con su hija. Como podía notar al ver sus ropas deportivas, un bolso de mano con diferentes cosas y una pelota de futbol, asumí que iban a la misma dirección que yo. Si... supongo que es un buen día para estar en familia. La escena era la típica de una familia normal, el padre, particularmente alto, está regañando a su hija. A esa edad es normal ser un poco impulsiva y con mucha energía. Su padre estaba sujetándola para que no se vaya corriendo, siendo una buena decían del padre, uno debe tener cierta atención en los niños y más cuando están en la calle, como no sabe mucho de la vida son muy descuidos e imprudentes. Claro hay excepciones, pero al parecer en este caso no lo es.

Hija he... nunca me llamo particular mente la atención, solo me interesa ver anime y trabajar para comprar mis figuras y mangas. Tener una hija, siento que seria un mala padre. Si lo pensamos objetivamente, soy una vergüenza de ser humano, nunca aspire mucho en la vida, nunca tuve un talento increíble, aunque nunca perdí ni una materia en la escuela siempre las pasaba a duras penas. Si tuviera una hija... supongo que prefería no estar mucho tiempo con ella, no quiero que se le pegue mis malas costumbres y me pensamiento poco ambicioso. Así que con solo pensar la vergüenza humana que soy me hace re afirmar mi pensamiento de nunca tener hijos, aunque piense que será lindo y me aria más feliz.

Entonces lo vi, la niña ya no podía aguantar más sus ganas de correr, así que de alguna forma logro zafarse del agarre se su papa, corrió rápidamente a pesar de los gritos de preocupación de sus padres. Supongo que no será mucho problema, no hay ningún... carro... ser... ca... entonces note cuando justamente la niña se fue corriendo, un camión estaba pasando muy cerca. No sabia con exactitud si el conductor estaba distraído o no estaba viendo a la niña, ¡¡no se veía la intención de parar!!.

la heredera baelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora