Capitulo 2

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Despierta...
Despierta...
¡Despierta!

No tengo tiempo suficiente para moverme antes de sentir un cuerpo contra el mío, una mano agarrando bruscamente mi cuello. No veo absolutamente nada pero reconozco el olor de él, de Cameron. Intente zafarme de su agarre pero era casi imposible, sus caderas presionaban mi estómago y tenía sus piernas en cada lado de mi cuerpo.

— Prometi volver a verte– escupió y su boca apestaba a alcohol.– Eres tan linda que ni siquiera puedo controlarme. No debería controlarme contigo.

Ríe y su nariz desciende por mi cuello y comienza a dejar besos desesperados.
Mi mente me grita que haga algo pero no puedo moverme, y de mis labios no sale nada, como si estuviera en shock.
Cuando sus labios suben a los míos aprovecho la oportunidad y lo muerdo tan fuerte que su agarre en mi cuello se debilita y tomo la suficiente fuerza para lanzarle una piña.

Corrí hacia la puerta pero esta se abrió de repente, dejando entrar a Sombra con unos ojos de acero y con un aura de muerte.
Retrocedi pero su vista no estaba fija en mi, estaba fija en Cameron quien se acercaba con una sonrisa a pesar de tener el labio partido.

— Es toda una gatita– dice cuando los ojos de sombra se dirigen a la línea apenas visible de sangre que caía por el labio de Cameron.– Podemos compartirla si gustas.

Dice y mi estómago se revuelve del miedo que me abarca solo pensar que podrían hacerme eso. Pero en cambio Sombra lo toma por el brazo sin ningún esfuerzo (le sacaba una cabeza de diferencia) y lo saca fuera de la habitación.

— No me gusta compartir– le cierra la puerta en la cara, quedando a solas conmigo.

Comienzo a retroceder, lista para otro par de golpes si es necesario pero él se voltea y escupe con egocentrismo

— No te tocaría ni con guantes.

Eso, en vez de aliviarme, me ofende. Pero no digo nada.

— ¿Qué les hice?– pregunto en cambio. Su expresión vuelve a endurecerse, como si por un segundo se hubiese olvidado de quien tenía en frente.

— ¿Acaso importa? De igual forma trabajarás para nosotros a partir de mañana.

— A mi si me importa saber porque todo el mundo me mira como si me quisieran cortar la cabeza con una espada.

— Tienes ese efecto en todos desde siempre– dice pero no logro entender que quiso decir en realidad.

— No logro recordar, aunque lo intente– confieso– ¿Quién eres tú exactamente?

Su cuerpo se tensa y noto sus ojos negros demasiados observadores.

— Tu verdugo.– dice antes de salir de la habitación.

No sé porque, pero presiento que ya he recibido esa respuesta antes.

Después de eso no vuelvo a pegar un ojo en toda la noche.

La habitación era un pequeño regalo del rey Alessandro ahora que éramos "socios"
"Hecha para una princesa" había dicho cuando le pidió a sus doncellas traerme hasta aquí.

No sabía que se suponía que debería hacer. Matar a mi antiguo rey, si. Pero ¿Cómo?

Ni siquiera sabía porque se quiso deshacer de mi. O porque la reina en persona se encargó de eso.

A menos de que el rey no fuera parte de tal acto.

Pero ¿Por qué la reina se querría deshacer de mí a escondidas de su esposo?

 MoranaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora