Cuerpos de Seda

Capítulo 3: "Ya sabrán con quién se metieron..."

HORAS ANTES...

-...al principio me asusté, pero cuando se fue y después de pensarlo, se me fue el miedo. Simplemente quedé con las ganas incontrolables de seguir investigando.

-Mmm, yo que tú dudaría. Es decir, entró a tu apartamento alguien que no conocías, hackeó tu computadora y te amenazó mientras de apuntaba con un arma. No es poca cosa.

-Sí, sí. Lo sé. Pero es que no puedo acobardarme ahora, porque creo que ya es demasiado tarde. Si esa persona supiera todo lo que tengo guardado en un pendrive, si de verdad supiera, me hubiera disparado en ese momento. Y lo sabes muy bien...

-Sí, eso es cierto. Pero tienes que tener cuidado, está bien que ames lo que haces pero ya fue demasiado lejos. ¿Dónde tenés ese pendrive? Porque si no es en un lugar seguro, más cuidado tienes que tener aún. Esto no es broma Mark, de verdad que no lo es.

-Ya sé. Ya me lo dijiste. El pendrive está en un lugar seguro porque el contenido es demasiado riesgoso. Estoy seguro de que cuando lo muestre públicamente, todas esas personas van a caer como simples palomas cuando son cazadas. Hay pruebas de todo tipo.

-Está bien, pero solo me preocupo por ti. Cuidate mucho y ojalá no te pase una situación como esa otra vez. Es riesgoso y lo sabes.

-Bueno Mariah, ya tengo que colgarte. Debo seguir trabajando. Hablamos luego.

-Nos hablamos Mark.

Cuelga.
Desde que pasó lo mi apartamento hace un día y algo hago las cosas con mucho más cuidado y son pocas a las personas que les hablo sobre esto. Debo tener confianza para esto.
Mariah es mi amiga prácticamente de toda la vida, ella fue periodista como yo, y por un accidente automovilístico tuvo que retirarse para poder descansar. Ahora se dedica a escribir poemas o algunos artículos para periódicos, pero nada más.
No podía no contarle a ella todo esto. Siento que me podría aconsejar, pero no lo hizo...
Es decir, sí, pero no lo que quería escuchar y está bien porque por un lado quiere que no me pase nada malo y en definitiva es lo que debería importarme a mí también...pero simplemente no soy así. No puedo hacerlo. Como le dije a ella ya llegué demasiado lejos y no puedo ir marcha atrás.

HORAS MÁS TARDE...

Otro día agotador en el trabajo. Pero no quedo del todo porque sé que ahora lo que hago lo tomo incluso como personal y necesito llegar al fondo de todo este enrollo que nadie entiende, y por ahora ni siquiera yo.

Cuando estoy a punto de bajar del auto, me acuerdo que no tengo algo para comer en la heladera, así que no me queda otra opción que ir a hasta el centro comercial que no es muy cerca, pero no hay ningún lugar abierto a estas horas.

Compro todo lo necesario y voy hacia el estacionamiento. Lo primero que veo es un auto muy lujoso estacionado en frente al mío pero en el otro lado. Cuando llegué también lo vi, pero en definitiva no es raro, el dueño a lo mejor sigue dentro del comercio comprando o lo que sea. Pero sin embargo me da una vibra especial ese auto, como algo raro, un presentimiento o lo que sea. Algo que me indica que ese auto no está ahí de casualidad, pero con todo esto que me pasó, estoy seguro de que solo serán cosas mías así que desactivo la alarma de mi auto y abro la cajuela para guardar las cosas.
Cuando termino de guardar todo y cierro la cajuela, escucho unos pasos detrás de mí, así que me dispongo a darme vuelta, pero por alguna razón no llego.
Siento un dolor agudo en mi cabeza, caigo y lo último que veo es una persona de traje, no puedo distinguir su cara y mi vista está nublada a tal punto de que...ya no veo más.