Algunos buscan perfección, pero ella no lo buscaba, algunos buscan felicidad,
pero ella no la encontraba desde que ese suceso cambio su vida.
Algunas cosas en su vida empiezan a cambiar y como ella diría " A veces vale la pena arriegarse."
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Mientras paso por el ajetreado aeropuerto me percato de familias reencontrándose, personas que despiden a sus familiares con cierta nostalgia en sus ojos y otras personas que van por su cuenta esperando sus vuelo.
Después del viaje a mi tierra natal estoy regresando a el lugar que tanta carga emocional tiene para mí.
-¡Winnie!-grita una voz familiar. Me dirijo en dirección de Alexia que esta acompañada por Tiana.
Al llegar a su encuentro, las dos no pierden tiempo en abrazarme.
-Chicas, yo también las extrañe, pero su abrazo esta lastimando a mis costillas. -y era verdad. No había tenido tiempo de soltar las maletas así que se habían abalanzado sin tomarle importancia a que estuvieran ahí y se aplastaran contra mis costados.
-Lo sentimos -dicen al mismo tiempo.
Suelto un carcajada -No se preocupen
-¿Qué tal te parece si vamos saliendo? -propone Tiana luego de unos segundos.
-Por favor -Tiana asiente y creo que ambas comprenden la necesidad presente en mis palabras.
Alexia me ayuda con una de las maletas mientras mantenemos una conversación amena en camino al carro de Tiana, bueno, de su padre en realidad. Hace poco mi mejor amiga consiguió su licencia de conducir y Albert, amablemente le prestaba su carro cuando lo necesitaba.
Introducimos el equipaje al vehículo. Alexia ingresa como copiloto y yo en la parte de atrás.
Alexia voltea y presto atención en que se a cortado su hermoso cabello negro desde que me fui. La ultima semana no habíamos logrado comunicarnos, por lo que supongo que en esa semana se hizo el corte. Un lindo cambio. -Agárrate -susurra. Creo que observa mi confusión y agrega: -Ahora vas a entender.
Sostengo la puerta con mi mano y siento como mi amiga enciende el vehículo, se estaciono en retroceso por lo que no le es muy difícil salir, pero cuando entramos a las calles entiendo lo que me dijo mi amiga pelinegra. Si antes estaba sosteniendo la puerta ahora me aferro con mi vida a ella.
¡¿Cómo mierda es que le dieron la licencia?!
-¿Cómo van?-pregunta la conductora.
- Perfectas -pronuncio mientras Alex y yo sonreímos con nerviosismo. Mientras este en este carro mi vida depende de ella y molestarla no parece una buena opción en este momento.
Mi mirada va recorriendo las calles. Las pequeñas tiendas de recuerdos situadas cerca del mejor lugar para atrapar a turistas, algunos restaurantes de comida rápida y moteles rodeados del ligero olor ciudad -ese que no sabes si es por las construcciones o la contaminación-. De pronto Tiana toma otra ruta.
-¿Por qué no vamos por la principal?-pregunto realmente intrigada por su decisión.
-Ah-separa una de sus manos del volante para verme y creo que por un momento veo mi vida pasar por mis ojos.-Lo que pasa es que vi la ruta muy llena y por esta vamos a estar más tranquila.
