Algunos buscan perfección, pero ella no lo buscaba, algunos buscan felicidad,
pero ella no la encontraba desde que ese suceso cambio su vida.
Algunas cosas en su vida empiezan a cambiar y como ella diría " A veces vale la pena arriegarse."
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Después de un tranquilo fin de semana, hoy es lunes y es momento de volver al colegio. Mi último año, aún me parece increíble que lograra llegar tan lejos.
Alexia y Tiana van a pasar a recogerme en veinte minutos. Recojo mi maleta del suelo asegurándome de que todos los trabajos que debo entregar hoy estén ahí.
En el colegio no te exigen un tipo de uniforme, sólo piden que sea, en sus palabras, "decente". Un término por el que muchos alumnos nos hemos metido en problemas, efectivamente yo me encuentro entre ellos.
Escucho el claxon y cierro la puerta detrás de mí. No hay nadie de quien despedirme cuando salgo de casa.
...
Estamos en el descanso del primer periodo y nos reunimos en una esquina del salón que compartimos.
-¿Estás durmiendo bien, Winnie?- me pregunta Ti.
-Si, claro.
-Tus ojeras están más hinchadas.
-Estoy durmiendo bien, - suspiro. Con cansancio en mi voz sigo, -solo son los trabajos que han dejado para esta semana junto con los proyectos que tenía que entregar ahora que volví a presencial. Tú tranquila, ¿si? - Como odiaba que ella tuviera que estarse preocupando por mi.
-Ya - contesta seca.
- Odio el nuevo horario, no podían simplemente dejar el del trimestre pasado. Matemática el viernes ¿A quién se le ocurre eso? - Dice Alexia ignorando completamente la conversación que se estaba dando mientras observa el papel que contiene el horario.
-No sé, tal vez a los profesores. -añado con sarcasmo.
-Que se jodan.
-Wow chica, hoy si que estás molesta. -Agrega Tiana.
-No estoy molesta simplemente es estúpido.
Las dos hacemos como que la secundáramos aunque sabíamos que había algo más, Alexia no actuaba así usualmente.
- ¿Qué otra cosa te molesta, pelinegra?
- Nada es solo que...- baja su mirada al piso y escucho como la puerta del salón se abre. Levanta la cabeza, se medio arregla y endurece su mirada. Elevar los muros.
- Creo que ya encontré el motivo - susurro mientras veo a Stephano, más conocido como el ex de Alexia, entrando al aula.
Alexia y él duraron dos años como novios, se querían mucho, incluso fueron la pareja que ganó más bailes durante ambos años. Alex un día nos llamó a la puerta de mi casa llorando, le di paso y simplemente fuimos a mi cuarto. Le pregunté qué pasaba y no me dijo nada. Tiana llegó más tarde porque ella la había llamado en el camino a mi casa, le había contado que terminó con Stephano sin decirle el motivo.
Ahora sus ojos azules se cruzan con los cafés de Stephano solo para volver a bajar la vista. Es triste porque ella pensaba que ya había encontrado al chico ideal para ella.
